18.38 A raíz de ello, podría empujar al mundo a una crisis global alimentaria. Ucrania acusó al gobierno de Vladimir Putin de abandonar la inciativa amparado en un “falso pretexto”, mientras que la ONU urgió a preservar el pacto.
Rusia anunció este sábado la suspensión de su participación en el acuerdo que permite a Ucrania exportar sus cereales, vital para los países pobres, tras denunciar un ataque con drones contra los navíos rusos en Crimea.
“Considerando la acción terrorista del régimen de Kiev con participación de expertos británicos contra la flota del mar Negro y contra buques civiles que brindan seguridad a los corredores de granos, Rusia suspende su participación en la aplicación del acuerdo sobre las exportaciones de productos agrícolas desde puertos ucranianos”, indicó el Ministerio ruso de Defensa en Telegram.
Por su parte, el gobierno de Ucrania acusó a Rusia de abandonar la inciativa para la exportación de grano ucraniano amparada en el “falso pretexto” de un ataque contra sus instalaciones en Sebastopol (Crimea).
Para el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, la retirada de Rusia no supone ninguna sorpresa. “Habíamos advertido ya sobre los planes de Rusia para arruinar la Iniciativa para el Grano del Mar Negro”, manifestó en su cuenta de Twitter.
“Ahora Moscú utiliza un pretexto falso para bloquear el corredor de cereales que garantiza la seguridad alimentaria de millones de personas”, lamentó antes de acusar a Moscú de usar la crisis de los alimentos como herramienta negociadora.
Y añadió: “Hago un llamamiento a todos los países para que exijan a Rusia que detenga sus ‘juegos del hambre’ y vuelva a comprometerse con sus obligaciones”.
En tanto, la ONU urgió a hacer todo lo posible para preservar el acuerdo de exportaciones de cereales. “Es vital que todas las partes se abstengan de cualquier acción que pueda poner en peligro el Acuerdo de Granos del Mar Negro”, dijo en un comunicado Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la organización, que destacó que el acuerdo tuvo un “impacto positivo” en la distribución de alimentos para millones de personas alrededor del mundo.
Antes de la decisión rusa, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, había declarado el apoyo “inquebrantable” de su organización al acuerdo indirecto firmado en julio entre Rusia y Ucrania para permitir la exportación de grano de los asediados puertos de la guerra; un pacto que ha salvado a 100 millones de personas de caer en la extrema pobreza.
En virtud del acuerdo, una coalición de personal turco, ucraniano y de la ONU supervisaba la carga de granos en los buques en los puertos ucranianos de Odesa, Chernomosk y Pivdenyi, antes de navegar por una ruta planificada previamente a través del Mar Negro.
Los barcos cruzaban el Mar Negro hacia el estrecho del Bósforo, en Turquía, donde se había establecido un centro de coordinación conjunto en Estambul, que incluía representantes de la ONU, Ucrania, Rusia y Turquía para garantizar que los barcos que entraran en Ucrania no llevaran armas o material de combate.
El acuerdo, acompañado de un permiso para la exportación de fertilizantes rusos, tenía como objetivo evitar una crisis global alimentaria que Naciones Unidas está haciendo lo imposible por evitar.
“Si la comida y los fertilizantes no llegan ahora mismo, nos espera un efecto dramático en la producción y los costes alimentarios. Ahora mismo hay una crisis sobre el precio. Podría convertirse en una crisis de disponibilidad”, había alertado el secretario general.
El acuerdo facilitó la salida de nueve millones de toneladas de grano y ha contribuido a rebajar significativamente el precio del trigo, explicó Guterres, quien esperaba incluso la renovación del acuerdo el 19 de noviembre “si ninguna parte objeta”.
“Pedimos a todas las partes que hagan todos los esfuerzos posibles para prorrogar el acuerdo y aplicarlo en todos sus aspectos”, declaró Guterres en la víspera.
El acuerdo fue el primero importante firmado por ambas partes, aunque por separado, desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero y fue impulsado por la mediación de la ONU y de Turquía.
Los beligerantes sellaron el compromiso con la presencia del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan; y Antonio Guterres, en el palacio de Dolmabahçe de Estambul, el pasado 22 de julio.
Rusia amenazó con destruir los satélites comerciales de EEUU y otros países occidentales
Un alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso afirmó que los satélites comerciales de Estados Unidos y sus aliados podrían convertirse en objetivos legítimos para Rusia si se vieran involucrados en la guerra en Ucrania.
Rusia, que en 1957 lanzó al espacio el Sputnik 1, el primer satélite fabricado por el hombre, y que en 1961 envió el primer hombre en el espacio exterior, tiene una importante capacidad ofensiva espacial, al igual que Estados Unidos y China. En 2021, Rusia lanzó un misil antisatélite para destruir uno de sus propios satélites.
Konstantin Vorontsov, subdirector del departamento de no proliferación y control de armas del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, dijo ante las Naciones Unidas que Estados Unidos y sus aliados están tratando de utilizar el espacio para imponer el dominio occidental.
“Las infraestructuras casi civiles pueden ser un objetivo legítimo para un ataque de represalia”, dijo Vorontsov ante la Primera Comisión de las Naciones Unidas, y añadió que el uso de esos satélites por parte de Occidente para apoyar a Ucrania es “provocador”.
“Estamos hablando de la participación de componentes de la infraestructura espacial civil, incluso comercial, por parte de Estados Unidos y sus aliados en conflictos armados”, dijo Vorontsov ante las Naciones Unidas. (Infobae)
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