igual que con los trapitos Los rafaelinos están hartos de los robacables y de los robacaños Nadie parece estar a salvo en nuestra ciudad. Es cierto que algunos de estos delincuentes son detenidos, también es real que rápidamente recuperan la libertad dejando sumida a los damnificados en graves problemas que no son sencillos de resolver. Lo mismo ocurre con aquellos que sufren el robo de caños de bronce ubicados en los medidores del gas.