Por Nilo Peretto

Todo habría comenzado hace aproximadamente un mes, cuando el titular del Ejecutivo Municipal, Arq. Luis Castellano, encabezó la reunión semanal del Comando Unificado desarrollada en el salón verde del edificio municipal. En ese encuentro, además de los habituales participantes, estuvo el director centro norte de la Secretaría de Gestión Institucional y Social de la Seguridad perteneciente al Ministerio de Seguridad de la Provincia, Facundo Bustos.

Reproches y ofrecimiento

De acuerdo a lo relatado a Diario CASTELLANOS por parte de personas que asistieron a la reunión, en un momento determinado el Intendente rafaelino habría comenzado a reclamar que la Policía no estaba haciendo absolutamente nada para desactivar la presencia de lavacoches en el centro rafaelino.

Aseveran las fuentes consultadas que en ese momento, el titular de la Unidad Regional V, director de Policía José Ángel Carruega, le habría manifestado a Castellano que la inacción de sus subalternos estaba directamente relacionada a que en la ciudad no existe ninguna normativa que indique que está prohibido el lavado de vehículos en la vía pública. Agregó que en el momento en que ello se concrete, la Policía sí podría actuar trasladando a los transgresores, aunque con mucha cautela, teniendo en cuenta además que la mayoría de quienes ejercen esa labor son menores de edad.

Ante la insistencia del titular del Ejecutivo, Carruega habría señalado que si lo consideraban conveniente, él y su grupo de colaboradores ponían a disposición de las autoridades la renuncia al cargo. Lo que parecía ser una relación que transitaba por un lecho de rosas, terminó convirtiéndose casi en un camino sembrado de espinas.

Viejas recetas

A mediados de diciembre de 2019, a poco de asumir Omar Perotti como Gobernador de la Provincia de Santa Fe, su por entonces ministro de Seguridad, Marcelo Sain, designaba como nuevo titular de la Unidad Regional V al director de Policía Hernán Ferrero, en reemplazo de Juan Pablo Bengoechea que había presentado su renuncia debido a incompatibilidades con Sain. Como se sabía, Ferrero no solo era un excelente funcionario, sino que también era una mejor persona, y llegaba a Rafaela precedido de intachables antecedentes.

Pero a poco de asumir -y si mal no recordamos, por este mismo tema de los "trapitos"-, Ferrero tuvo un intercambio de opinión con el Intendente y poco después, en mayo de 2020 y de manera absolutamente sorpresiva, fue separado de su cargo. Fue reeemplazado por Claudio Romano, -que había sido jefe de Rosario por apenas un mes- que tuvo que irse de noche de Rafaela cuando estalló el escándalo de División Logística que terminó con un solo condenado de manera condicional, Ariel Palomeque -segundo en el mando, junto a Ferrero y luego con Romano- quien se hizo cargo de todo para salvar al resto de sus consortes de causa del accionar de la Justicia.

Abdala y Carruega

Tras esa salida escandalosa de Romano, llegó a Rafaela Doris del Valle Abdala para hacerse cargo de la Jefatura Departamental, eligiendo como segundo al, por entonces, jefe de Orden Público José Ángel Carruega. Luego Abdala fue designada subjefa de la Agencia de Investigación Criminal a nivel provincial, dejando su cargo. Cuando todos creíamos que Carruega se iba a convertir en jefe, algún "cráneo" con pocos dedos de frente dijo que era muy joven para una unidad como la nuestra, designándolo titular de la Unidad Regional XII del departamento 9 de Julio con sede en Tostado.

Y aquí llegaron -lamentablemente- Ricardo Arnodo Suárez y Marcela Genoveva Fernández, una dupla de las "peorcitas" que pasaron por Rafaela y que debieron irse tras la fiesta que organizó otro policía corrupto -Gastón Elettien la Alcaidía para festejar el cumpleaños de su pareja, estando él detenido acusado de comandar una asociación ilícita junto a María Silvina Asís -jefa de la Comisaría de Frontera- y otros uniformados. La gestión de Suárez y Fernández terminó con la intervención de la Unidad Regional asumiendo esa responsabilidad Jorgelina Aguirre, quien luego sí, fue reemplazada por los actuales jefes, José Carruega y Víctor Rivero.

¿Repetirán lo mismo?

Hoy por hoy Carruega está de licencia, pero se dice que cuando culmine las mismas, su destino ya no estaría en la departamental Castellanos. Aunque, como en Provincia saben que es un muy buen jefe, una mejor persona y además absolutamente honesto, no quieren que su salida sea "muy desprolija" y le ofrecerían un cargo que podría ser tomado como un "ascenso" en su carrera policial.

Sobre la mesa

Ante este panorama y teniendo en cuenta las lamentables experiencias anteriores, sería hora que el Ejecutivo por medio de un Decreto o, si se quiere, junto al Concejo mediante una Ordenanza, termine de definir fehacientemente si prohíbe o no la actividad de los "trapitos" en la ciudad. Sería hora que se le dé a la Policía una herramienta legal para que pueda llevar adelante la acción que pretende el Intendente. Habrá llegado el momento de poner lo que hay que poner sobre la mesa y hacerse cargo de la parte que les toca. Después podrá discutirse si Carruega está a la altura de las circunstancias para ser jefe de una Unidad Regional como la nuestra (entendemos que absolutamente sí). Será hora de dejar intereses y egos personales de lado para que los policías serios y honestos (lamentablemente no son muchos) que llegan a Rafaela se queden un tiempo largo y no los estemos echando para luego tener que recibir a inoperantes y corruptos que lo único que hicieron fue ponernos en boca de todos los medios a nivel nacional. Será hora que en lugar de declamar de manera permanente que trabajan para los vecinos y vecinas de Rafaela realmente lo hagan y lo demuestren con hechos. Ojalá que los responsables de tomar estas decisiones estén a la altura de las circunstancias y no pretendan aplicar nuevamente recetas que en nuestra ciudad ya fracasaron estrepitosamente.

Que quede claro

Por si aún persiste alguna duda, seguramente una consulta rápida entre los habitantes de Rafaela y el departamento Castellanos daría como resultado que la gran mayoría se inclinaría por tener al frente de la Unidad Regional V a funcionarios policiales como los actuales jefes Carruega y Rivero, o en su momento Hernán Ferrero (que son funcionarios serios, honestos y trabajadores), antes que varios de los que llegaron como "salvadores" que demostraron finalmente que sólo eran "jodones", corruptos y vagos.