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Sucesos

Un muerto y seis heridos tras un ataque a balazos en las afueras de un velorio

Pablo Sebastián Latorre, de 35 años, murió al ser alcanzado por un balazo en el pecho cuando estaba con un grupo de personas fuera de una cochería de la zona oeste. "Fue un desastre, tiros para todos lados", dijo un testigo del ataque.

Jorge Maturano, el hombre de 45 años asesinado el domingo en el barrio Santa Lucía, no pudo tener una despedida en paz. El velorio que se realizaba en una cochería de la zona oeste terminó en tragedia cuando familiares y conocidos de la víctima fueron atacados a balazos desde un auto que luego apareció incendiado. Ese ataque se cobró la vida de un muchacho de 35 años que, según allegados, no conocía a Maturano sino que tenía amigos en común.

El velorio de Maturano se realizó desde la tarde del lunes en la cochería Colonial, ubicada en Teniente Agnetta al 1700. Cerca de las 17:15 hs, algunos de sus familiares y conocidos estaban en la vereda del lugar, sobre una vivienda lindera. También, a unos metros, había otro grupo de personas que participaba del funeral de una mujer en otra sala de la cochería. Nadie pudo anticipar el ataque a balazos que en cuestión de un instante partió desde un Peugeot 408 que llegó desde el norte y luego huyó a toda velocidad.

El saldo de la balacera fue de siete personas heridas, de las cuales una falleció a las pocas horas. Pablo Sebastián Latorre, de 35 años, recibió un balazo en el pecho y murió pasadas las 21:30 hs en el quirófano del Hospital de Emergencias "Clemente Álvarez" (HECA). El resto de los heridos sufrieron impactos de bala en distintas partes del cuerpo, pero quedaron fuera de peligro. Además, algunos balazos impactaron en dos viviendas linderas a la cochería.

Rosa M., de 52 años y hermana mayor de Maturano, el hombre al que estaban velando en el momento del ataque, recibió una herida en la cabeza. A Jesica M., de 19 y quien cursa un embarazo de 37 semanas, una bala le impactó en la pierna y fue trasladada al HECA. Si bien quedó fuera de peligro, los médicos aconsejaron que permaneciera en observación en el área de maternidad del nosocomio. Diego Emanuel G., de 32 años, fue herido en una pierna, Sergio Hernán R., de 26, recibió un disparo en el pecho y Gastón A., de 26, en el tobillo derecho.

"Tiros para todos lados"

Este martes por la mañana continuaba el velorio de Maturano en la cochería Colonial. La zona era custodiada por personal del Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata (GIRI) y otros efectivos de la Policía provincial. Con el paso del tiempo, llegaron al lugar amigos del hombre asesinado, a la espera de que su cuerpo fuera trasladado al Cementerio "La Piedad". En ese contexto, había mucha incertidumbre en relación al ataque contra la cochería.

"No sabemos que pasó, dicen que él tenía problemas, pero no se sabe más que eso", contó un muchacho que estaba con un grupo en la puerta del lugar y presenció el ataque. "Pero fue un desastre, tiros para todos lados, había chicos en la vereda", agregó. En ese marco aseguraron que la víctima fatal del ataque no conocía a Maturano, sino que tenían amigos en común y que por ese motivo estaba en el velorio. Asimismo dijeron que Latorre vivía en barrio Godoy.

Fuentes policiales indicaron que en un primer momento, luego de la balacera, sospecharon que el ataque había estado dirigido a la otra familia que estaba velando a una mujer, cuyos hijos están presos en la cárcel de Piñero y habían llegado a la cochería para despedir a su madre.

La investigación de este hecho, al igual que el crimen de Maturano, quedó a cargo del fiscal Ademar Bianchini. Por el momento cuentan con el auto utilizado en el ataque, un Peugeot 408, que fue hallado incendiado en la zona de Che Guevara y Chaparro, sobre la colectora de la autopista Rosario-Córdoba. El vehículo había sido robado el 17 de febrero en inmediaciones de 24 de Septiembre y Entre Ríos, cuando dos delincuentes asaltaron a la dueña a mano armada. Además, en la escena del crimen de Latorre, el gabinete criminalístico recogió cinco vainas servidas calibre 9 milímetros.

Bronca en Santa Lucía

Fuentes de la investigación indicaron que buscan establecer si Maturano tenía algún conflicto específico o bien si los problemas estaban relacionados a algún familiar y por ese motivo ocurrió el ataque durante el velorio. A su vez, como se corrieron rumores de que la bronca iba a continuar, la Policía dispuso un operativo de control y prevención en la zona de Santa Lucía.

Sobre el crimen de Maturano se sabe que ocurrió a las 2:15 hs del lunes en la casa de la víctima, ubicada en Macacha Güemes al 2000, barrio Santa Lucía. Hasta allí llegaron varios hombres que, según fuentes policiales, golpearon a la puerta y cuando Jorge se asomó le dispararon al menos seis balazos en el cráneo, brazos, hombros y la espalda.

Maturano tenía antecedentes por robo calificado y una anotación en la Policía por haber sido baleado en otra ocasión. Pero no hay hasta el momento un vínculo específico con alguna organización delictiva que pudiera asomar como posible móvil del crimen. En ese marco es que se analizaba la posibilidad de que el conflicto fuera con algún allegado.

Lo cierto es que el barrio Santa Lucía atraviesa momentos agitados desde hace al menos diez días, cuando en un operativo policial fue detenido un joven de 23 años con armas y cocaína. Ocurrió la madrugada del 9 de febrero en Colombres al 2200, cuando Nicolás Bladimir B. fue interceptado por la Policía y aprehendido luego de una persecución. En su mochila, según se informó, tenía una pistola calibre 32, dos cajas de municiones calibre 45 y 9 milímetros, más de 140 mil pesos y una bolsa con cocaína y envoltorios fraccionados de la misma sustancia.

En la zona donde fue este procedimiento hay un punto de venta de drogas. Eso trascendió en octubre pasado, en el marco del crimen de Soraya Rubiolo, una adolescente de 16 años asesinada en su casa de Colombres al 2100. En ese contexto, los vecinos indicaron a La Capital que a pocos metros funciona un búnker, y el nombre que apareció entonces fue el de Claudio "Morocho" Mansilla como controlador del narcomenudeo en la zona.

"Acá nadie vende si antes no tiene el permiso del Morocho", había dicho en ese entonces una trabajadora social que conocía a la víctima y dialogó con La Capital. Horas después de ese crimen, y en una mecánica similar a lo que ocurrió en el velorio de Maturano, los familiares de Soraya fueron baleados cuando se aprontaban para salir rumbo a la despedida de la chica. Fuente: La Capital

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