Ya se habían tomado a golpes de puño más temprano en la Plaza 25 de Mayo. Después volvieron a agredirse rompiendo puertas del Nuevo Banco de Santa Fe. Mientras la policía los detiene, los fiscales los liberan y los funcionarios dan pena, los ciudadanos siguen asistiendo azorados a estos episodios que no hacen otra cosa que correr a la gente del centro.
Poco antes de las 9 de este sábado, personal policial de la Unidad Regional V fue comisionado por la central de emergencias 911 por una riña entre dos sujetos en la Plaza 25 de Mayo. Arribados al lugar lograron divisar a dos 'trapitos' que estaban tomándose a golpes de puño (una identificado como Cristian Alejandro Alleman de 20 años; y el restante Emanuel Alcides Acosta, de 19), por lo cual procedieron a la aprehensión de ambos en presencia de dos testigos hábiles, Dándole conocimiento a la fiscal en turno, Dra. Fabiana Bertero, quien a las 9:15hs dispuso como calificación legal provisoria para el mencionado Allemann, la de Lesiones leves dolosas; y en cuanto a Emanuel Acosta, agresión física sin empleo de armas. A las 9:50 ambos fueron atendidos por el médico en turno en el hospital local y luego fueron trasladados hasta la Seccional Segunda por razones de jurisdicción para continuar con demás diligencias de rigor. Más tarde, se ordenó que ambos recuperaran su anterior estado de libertad.
Pero no habían terminado...
No obstante lo anterior, a las 13 de este sábado, nuevamente personal policial fue comisionado. En este caso el destino era a calle Moreno Nº 82 (Nuevo Banco Santa Fe) ya que otra vez dos sujetos se estaban tomando a golpes de puño, ocasionando en esta oportunidad la rotura de uno de los vidrios de la puerta de ingreso a los cajeros. Grande (o no) fue la sorpresa al detectar que eran los mismo que se estuvieron agrediendo en horas de la mañana. Los uniformados observaron la rotura de uno de vidrios de la puerta del lugar citado encontrándose en el sitio uno de los sujetos siendo identificado como Emanuel Alcides Acosta, de 19 años de edad, lavacoches, domiciliado en la finca de calle Santiago Rodríguez al 300 de nuestra ciudad quien a viva voz manifestó "Señor, él vino a buscarme y nos agarramos a piña, haciendo referencia a Cristian Allemann. Ante lo acontecido procedieron a la aprehensión de Acosta dando conocimiento nuevamente a la Fiscal en turno, la Dra. Bertero, quien dispuso que el estado de aprehensión del individuo citado pase a revestir carácter de Detenido comunicado y se le inicie causa por Daño. Una vez finalizadas las actas de rigor el sujeto fue remitido a la Alcaidia.
¿Pensarán hacer algo?
Está claro que cada vez más rafaelinos se resisten (salvo urgentes necesidades) a dirigirse al centro de la ciudad. Es que los 'traipitos' no te dejan bajar del auto; ni de la moto. Literalmente te 'saltan a la yugular'. "Le lavo el auto"; no ya me voy enseguida; "Entonces le limpio los vidrios"; no gracias, ya me voy enseguida; entonces se lo cuido. Y así aunque en lugar de un auto tengas una moto. De manera permanente y constante.
Lo mismo pasa en las puertas de los cajeros automáticos. Mucha gente tiene miedo de entrar y luego, claro, de salir. Porque siempre están allí, mirando, observando, al acecho. Vendiendo medias o lo que sea. Pidiéndote algo para ayudarlos. Sabiendo que saliste de un lugar donde seguramente retirarse dinero. Y vos te vas con el corazón en la boca y ellos se quedan allí molestando al que sigue.
Y nadie actúa. Nadie les dice nada. Los dejan a su libre albedrío. Pero tampoco blanquean la situación. O pueden estar o no pueden. O pueden lavar o no pueden. O pueden asediar a la gente o no pueden. O pueden estar en la puerta de ingreso a los cajeros automáticos o no pueden. Porque la policía sola nada puede hacer. Tiene que tener un respaldo porque corren el riesgo de que si se los llevan presos a la comisaría le hacen problemas a los propios policías.
La gente está harta. Cansada. Pueden arreglar los canteros; pueden poner mayor iluminación; pueden colocar un reloj nuevo; lo que no pueden hacer es seguir mirando para otro lado. Deben tomar una decisión. La que sea. pero una decisión que todo el mundo respete y que perdure en el tiempo. No como hasta ahora.
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