El 16 de octubre de 2004, Bahía Blanca fue escenario de un aberrante crimen. Pablo Víctor Cuchan asesinó a su novia, Luciana Moretti, de 15 años, la descuartizó y quemó su cuerpo en la parrilla de su casa. Para disimular el crimen, el homicida gritó "un aplauso para el asador", generando aún más indignación.
Nueve días después del hecho, un vecino encontró el cráneo de la víctima cerca de las vías del tren en Ingeniero White, lo que permitió identificar los restos gracias a su odontólogo. En 2007, Cuchan fue condenado a 18 años de prisión, pena que luego fue reducida en un año por el Tribunal de Casación Penal bonaerense. En su momento, el padre de la víctima había declarado "el comentario que me llegó, es que Cuchán pedía un aplauso para el asador, o sea que estaba haciendo un asado para disimular".
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