Un hombre de 51 años identificado como Carlos Marcelo Salas deberá sentarse en el banquillo de los acusados en el juicio oral y público por el femicidio de la rafaelina Gisela Bustamante en la Estación Mitre de la ciudad de Santa Fe. El inicio del debate fue fijado para el jueves 10 de agosto, a las 8:30 en la sala 1 de los tribunales santafesinos. El tribunal que presidirá el debate está conformado por los jueces Susana Luna (presidenta), Jorge Patrizi y Pablo Ruiz Staiger. En tanto, la fiscal Alejandra Del Río Ayala representará al MPA en el debate, mientras que Salas será asistido por el abogado defensor particular Martín Nicolás Mazzeo. Salas llega al juicio en prisión preventiva y acusado de ser el autor de tres hechos ilícitos, todas circunstancias violentas cometidas a trabajadoras sexuales con las que Salas había pautado pases sexuales; el primero de ellos es el femicidio de Bustamante, cometido en febrero de 2016. En los otros dos casos, las víctimas lograron salvar su vida.

Salas se encuentra en prisión desde agosto de 2021, cuando fue encontrado en Buenos Aires tras varios años prófugo de la justicia. Al hombre se lo acusa de ser el femicida de Gisela Bustamante, quien fue asesinada entre el viernes 5 de febrero de 2016 y la madrugada del día siguiente. Salas acordó un pase sexual con Bustamante, en inmediaciones de avenida General López y San José; el acusado le apretó el cuello y la golpeó en reiteradas oportunidades hasta matarla. El segundo ilícito fue cometido cinco meses después en un lugar cercano: el miércoles 20 de julio de 2016 cerca de las 22, en un galpón ubicado en Avenida Freyre y 3 de Febrero: “en este caso también consensuó un pase sexual con la víctima –que en ese momento era menor de edad–, la hizo desvestir, le entregó 100 pesos y luego la golpeó en la cara y la comenzó a asfixiar”, sostuvo la Fiscalía al presentar la acusación. La agresión se vio interrumpida por policías que llegaron al lugar. En el tercer delito atribuido a Salas, la víctima era la pareja del acusado, y él la obligaba a intercambiar sexo por dinero en Avenida Freyre y Amenábar. Salas le indicaba qué ropa debía usar, la vigilaba mientras ella estaba en la calle y le decía cuánto debía cobrar. La víctima realizaba todo lo que el acusado le decía porque tenía miedo de Salas: el hombre la agredía física y sexualmente, maltrataba a sus hijos y la amenazaba con matarla. La Fiscalía sostuvo que luego de que ella realizaba las prácticas sexuales, el acusado se apropiaba del dinero generado.

Las claves del caso

El vínculo de Salas con el crimen de Bustamante se develó luego de una serie de testimonios de trabajadoras sexuales que compartieron parada con Bustamante en la esquina de 3 de Febrero y Gobernador Freyre a principios del 2016. Al menos dos mujeres indicaron que había un cliente, conocido como “Carlos”, el cual era “fijo” y que además era “muy violento” por lo que le aconsejaron a la joven oriunda de Rafaela, de 29 años en ese entonces, que nunca haga un pase sexual con él. Inclusive, una de las mujeres que compartía casa de con la víctima indicó un dato central para la investigación: que ese tal Carlos tenía en su pene un tatuaje que decía “Para ti”, el mismo que tiene Salas, según estableció la pesquisa. En cuanto a la noche del crimen, la Fiscalía indicó que ese día Bustamante fue vista por última vez con vida por una compañera de calle que se fue con un cliente y posteriormente en un registro fílmico de una cámara de seguridad de Zavalla y General López, en la esquina del predio de la Estación Mitre. Aquel video captó a las 22:02, del 5 de febrero, a una pareja que iba en dirección a la Estación y que tenía similares características a la víctima y el hoy imputado. Una hora y media después, a las 23:43, la misma cámara captó cuando el hombre que acompañaba a esa mujer se retiraba solo de las inmediaciones de la Estación Mitre.