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Sucesos

Rosario: Las venganzas narco buscan la muerte de familias completas...

Una pareja y su hija de seis años fueron asesinados en Rosario; los menores se convirtieron en blanco central de sicarios mientras desde el Gobierno y el Ministerio de Seguridad no saben ya qué hacer para terminar con este verdadero baño de sangre.

La pareja con una niña de seis años bajó del auto y cuando iba a entrar en la casa de un familiar aparecieron cuatro sicarios que comenzaron a disparar de manera desenfrenada. Los tres murieron en el acto. "Fue una masacre", describió uno de los investigadores. La menor, identificada como Auriazul Morera, quedó tendida en la vereda junto a su madre, Naira Altamirano. Su padre, Tomás Morera, alcanzó a entrar en un pasillo, pero los 16 balazos que recibió le provocaron la muerte.
Es el tercer triple homicidio, con niños como víctimas mortales, que ocurre en Rosario en lo que va del año. En 2021 fueron asesinados 12 menores de 15 años y 44 fueron alcanzados por las balas, en medio de un recrudecimiento de la violencia narco, que este año se agudizó con 100 homicidios, 35 en abril. "Los narcos están dando órdenes para que maten a familias enteras", analizó una alta fuente de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
Esa imagen muestra una ciudad dividida en dos paisajes. Por un lado, las ejecuciones narcos que transforman a Rosario en una de las ciudades argentinas más violentas. Y por otra parte aparece el masivo movimiento de aficionados y deportistas que participan de los Juegos Sudamericanos Juveniles. Contrastes fuertes en la misma ciudad.

Un calibre inesperado

Lo llamativo del triple crimen es que las víctimas no tenían relación con el crimen organizado. No contaban con antecedentes ni vínculos familiares con el narcotráfico. Habían llegado al barrio La Tablada a visitar a un familiar de Morera en un auto viejo y fueron acribillados en la vereda segundos después de estacionar.
Una pista que enciende preocupación entre los investigadores es el tipo de armas que usaron los sicarios, que dispararon pistolas calibre 9 mm y 40. El último calibre no es muy común en Santa Fe. Hay solo tres armas registradas en la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac). Pero lo que llama la atención es que en tres homicidios que se produjeron en el último mes se usó ese tipo de pistola de alto poder. También se utilizó ese calibre en el crimen del arquitecto Joaquín Pérez que ocurrió el año pasado, del que no hay pistas ni detenidos.

El día después

Este triple crimen se produjo un día después de que el Ministerio de Seguridad de la Nación designase al oficial de la Gendarmería que estará al frente de un "comando unificado" para coordinar la tarea de las fuerzas federales en Rosario. El comandante Ricardo Castillo fue nombrado para ocupar el rol de coordinador del trabajo de seguridad entre las fuerzas federales y provinciales, luego de que el Ministerio de Seguridad de la Nación anunciara el envío de 300 efectivos de esa fuerza que se sumarán a los 575 que llegaron en octubre pasado. Está previsto además que dentro de un mes comience a funcionar en la zona norte de Rosario el destacamento Móvil VII, que quedará permanente en Rosario.

Lo sicarios y los narcos no dan tregua en Rosario.

Familias ejecutadas

Esta tendencia de los sicarios de ir a matar a bebés y niños también quedó expuesta en otro triple crimen que ocurrió el sábado 23 de abril, cuando fueron asesinados el narco Marcos Caminos, de 27 años, su pareja Micaela Larrea y un bebé de menos de un año. Un nene de seis años salvó su vida de milagro porque entre los disparos logró salir corriendo de la camioneta y meterse en su casa. Fue el único sobreviviente del ataque con más de 40 balazos contra esta familia. Caminos se dedicaba a la venta de drogas en el barrio Larrea, algo que quedó al descubierto cuando tras el triple crimen allanaron su casa y encontraron armas y estupefacientes. La camioneta 4x4 que usaron los sicarios fue encontrada horas después prendida fuego.
Caminos, de 27 años, pariente del legendario Roberto Caminos, conocido como Pimpi, jefe de la barra de Newell's hasta que fue asesinado en 2010, no era nuevo en el negocio de la venta de drogas. Fue detenido en agosto 2015 con más de 400 dosis de cocaína y dos meses después la Policía Federal volvió a secuestrar droga en su casa.
Un día antes del ataque contra la familia Caminos, un grupo de soldaditos narcos baleó a una mujer de 76 años y a su nieta de nueve en el barrio Ludueña, una zona que en abril fue epicentro de ataques narcos como en Empalme Graneros. La mujer fue herida de diez disparos y la nena recibió un tiro en la pierna. "Matá a la vieja, matá a la nena, matá a todos", fueron las palabras que gritaron los sicarios cuando pasaron por la calle Rafaela al 5200 en moto con sus pistolas 9 mm. Otro beba de menos de un año fue asesinada en otro triple crimen el 27 de enero pasado, cuando en una emboscada fueron acribillados Iván Giménez, su pareja Érica Romero y a Elena, de ocho meses. Esto ocurrió en Ibarlucea, en las afueras de Rosario, luego de que las víctimas concurrieran a una boda de dos narcotraficantes que reunió a la crema de la mafia rosarina, entre ellos, a varios integrantes de la banda de Los Monos.

Cajas alimentarias

Diez días antes de este triple asesinato, una mujer embarazada de 31 años fue ejecutada frente a su hija, que resultó herida. Los sicarios tocaron la puerta de un edificio en la zona oeste y preguntaron por Débora Andino. Luego entraron y mataron con un tiro en la cabeza a la mujer que cursaba el sexto mes de embarazo, y también le dispararon a su hija.

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