11.01 El tema de los "trapitos" en Rafaela no tiene solución. O al menos el Ejecutivo y los responsables de hacerlo no la encuentran. El 10 de diciembre de 2018, el Intendente Castellano firmaba un Decreto: el Nº 48.180 en el que se regulaba actividad de los lavacoches en la vía pública, creando un registro y poniendo requisitos para quienes querían desempeñar ese trabajo. Luego esa decisión quedó sin efecto y se intentó avanzar hacia otros rumbos. Sin embargo a cualquier hora en el centro puede verse que los "trapitos" siguen gozando de buena salud, amenzando y 'apretando' a la gente sin que la tarea de la GUR y la policía alcance.
En las primeras épocas de la aparición de los lavacoches o "trapitos" en Rafaela -y tras muchas idas y vueltas- se propuso la idea -y se llevó a la práctica- de conformar un registro. El 10 de diciembre de 2018, el Intendente Castellano firmaba un Decreto: el Nº 48.180 en el que se regulaba actividad de los lavacoches en la vía pública, poniendo requisitos para quienes querían desempeñar ese trabajo. Los mismos debían ser mayores de 18 años, no poseer antecedentes policiales, no contar con trabajo formal, estar identificado (pechera y datos personales); y podían desarrollar la actividad de lunes a domingo de 8 a 20 horas en la Zona de Estacionamiento Controlado. La autorización para trabajar duraba 6 meses y debía ser renovada, sin poder transferirse a otra persona.
Sin efecto
Sin embargo aquellos puntos de ese Decreto de Castellano quedaron sin efecto y entonces se intentó buscar hacia otros rumbos. Así comenzó a pensarse en una normativa centrada en el "fortalecimiento laboral y social, así como su inclusión en los diferentes programas municipales para facilitar su acceso a oportunidades formativas, instrumentos de formalización legal y asistencia material y financiera para ellos y sus familias".
La pandemia
A partir del mes de marzo de 2020 el presidente Alberto Fernández emitió un decreto prohibiendo a toda la ciudadanía abandonar sus hogares. Comenzaba efectivamente la 'cuarentena' que se extendería casi indefinidamente en nuestro país. Desde ese momento los ciudadanos rafaelinos y de otros lugares de la provincia y del país, se sintieron aliviados por la ausencia de los "trapitos", muchos de ellos personajes de frondosos antecedentes policiales que actuaban casi sistemáticamente apretando a la gente para que les permitieran cuidarle o lavarle el auto o la moto. De última sólo limpiar los vidrios. La negativa del 'potencial cliente' merecía agresiones verbales y amenazas de todo tipo.
Nada alcanza
Con el reinicio de las actividades debido al relajamiento en las medidas de seguridad por la pendemia del Covid 19, el centro de Rafaela volvió a llenarse de "trapitos truchos". Y los vecinos y vecinas volvieron a ser blanco de todo tipo de aprietes y amenazas de estos sujetos que están a sus anchas en distintos lugares sin que nadie pueda encontrarle una solución sustentable y duradera al flagelo.
En las calles internas de la Plaza 25 de Mayo; en Moreno y 25 de Mayo; en Bv. Santa Fe en todo su recorrido desde la Plaza hasta la Jefatura; también en las calles aledañas; dentro de la Zona de Estacionamiento Controlado y fuera de ella. En todos lados. A la mañana; a la tarde, a la noche y hasta en la madrugada, allí están ellos, deambulando y amenazando sin control.
Llega personal de la GUR y los 'corre'. Pero en algun momento los agentes se van. Y los "trapitos" vuelven porque sólo estuvieron escondidos. Y lo mismo ocurre cuando se presenta la policía, aunque en este caso, debido al 'odio visceral' que muestran hacia los uniformados la cosas casi siempre pasa a mayores. Y lo hemos visto en estos últimos días. Hace poco los agentes identificaron a dos jóvenes en 25 de Mayo y Moreno hasta que apareció un tercero y se violentó contra los uniformados, terminando aprehendido.
Otro día una mujer relató que había sido amenazada por un lavachoche. Al intentar la policía detenerlo el sujeto agredió a los agentes.
Luego fue una agente de la Guardia Urbana Rafaelina quien señaló que un lavacoches identificado como Carlos Gabriel O., de 20 años, la había amenazado. Por ello fue aprehendido aunque poco después, por decisión de la fiscal interviniente, recuperó la libertad.
¿Finalmente se hará algo?
Evidentemente el tema no tiene solución o los responsables no la encuentran. Lamentablemente hace años que los vecinos de Rafaela esperan respuestas del Ejecutivo y de los encargados del tema. Sin embargo esas respuestas no llegan y ya muchos han optado por dejar sus vehículos lo más alejado posible de la zona en que están 'trabajando' los violentos para evitar inconvenientes y malos momentos.
Como dice el título: hasta aquí los 'trapitos' le siguen "pasando el trapo" al municipio que no reacciona y sigue mirando para otro lado. Hasta aquí 'mandan' unos pocos en detrimento de más de cien mil rafaelinos. Patético.
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