17.23 Este sábado en horas de la mañana en los Tribunales de nuestra ciudad, se desarrolló una audiencia presidida por el Juez de la Investigación Penal Preparatoria, Dr. Nicolás Stegmayer, actuando como fiscal la Dra. Favia Burella; en tanto la Dra. Georgina Alassia, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, ejerció la representación del imputado, un sujeto de 59 años identificado como Rubén V., oriundo de la ciudad de San Jorge quien padece evidentes signos de sufrir alguna patología psiquiátrica pero que se rehúsa de manera constante a tratarse profesionalmente.

En este caso la víctima del accionar de este individuo fue la periodista Carina Ortíz, quien, además de trabajar en medios de la ciudad y la región, ejerce la presidencia del Círculo de la Prensa de Rafaela.

De acuerdo a lo relatado por la propia Carina en la audiencia, todo se inició en el mes de diciembre del año pasado, cuando el imputado comenzó a demostrar intenciones de hablar con ella para comentarle sobre situaciones de la vida cotidiana que ocurrían presumiblemente a su alrededor. Finalmente nuestra colega en determinado momento lo atendió; luego el contacto se cortó y, desde el 19 de enero pasado cuando el sujeto consiguió el número de celular de la mujer, comenzó el calvario.

Llamados telefónicos, mensajes de whatsapp y de texto, así también como de audios a punto tal que, en una sola noche, entre las 23 y las 7 de la mañana, Ortíz recibió 132 alertas de comunicación por parte de al menos 4 teléfonos celulares que utilizaba el acosador. Finalmente se radicó la denuncia y se produjo la detención de Rubén V., de 59 años de edad. A punto tal demostró sus padecimientos psíquicos el acusado que en un momento determinado el Juez Stegmayer ordenó que sea retirado de la sala de audiencias.

Finalmente y más allá de la pretensión defensiva de la defensora de Rubén V., para que su cliente sea declarado inimputable y recupere su anterior estado de libertad, el magistrado ordenó la aplicación de medidas alternativas a la prisión preventiva tales como que el sujeto tiene prohibido comunicarse de ninguna manera ni con Ortíz ni con su entorno familiar y laboral; así como tampoco puede venir a Rafaela bajo ninguna circunstancia.