Nuevamente violentos episodios se registraron poco antes del mediodía en Rafaela. En primer lugar dos sujetos atacaron a balazos a un grupo de personas que se encontraban en Ciudad de Esperanza y Carlos Gardel donde la policía incautó trece vainas servidas. Tras ello los sujetos escaparon y abandonaron la moto en la que se movilizaban. Luego robaron un rodado similar descartando dos armas en Pedro Soldano y Perú para luego dejar nuevamente la moto en la estación de servicio de Ruta 34 y Luis Maggi. Tras ello lograron fugarse.
Otros episodios de singular violencia se reiteraron este miércoles poco antes del mediodía en nuestra ciudad, mientras los responsables de velar por nuestra seguridad siguen haciendo relatos innecesarios de lo que ocurre en lugar de trabajar de verdad para tratar de terminar con todo ésto.
La secuencia
La secuencia se inició poco antes del mediodía en un sector del barrio Barranquitas, concretamente en la esquina de calles Carlos Gardel y Ciudad de Esperanza. En ese sitio se encontraba el propietario de un taller de reparación de automóviles junto a otras personas cuando, en un momento determinado, aparecieron dos sujetos a bordo de una motocicleta con cascos de seguridad colocados, quienes sin mediar palabra, comenzaron a disparar de manera indiscriminada hacia los individuos allí reunidos. A raíz de la balacera descontrolada un hombre de 49 años, residente en calle Chaco, resultó lesionado en su pierna derecha y en uno de sus brazos.
Tras el demencial ataque los agresores escaparon rápidamente por calle Tucumán hacia el norte y poco más adelante, en un zanjón, abandonaron la moto y uno de ellos un buzo que vestía y escaparon a pie.
En el sitio donde se produjo la agresión, más tarde, personal policial logró secuestrar al menos trece vanas servidas calibre 9mm.
Siguieron a sus anchas
No conformes con lo sucedido los agresores momentos más tarde robaron otra motocicleta partiendo de la zona con dirección a la Ruta Nacional 34. Poco antes, en la esquina de calles Perú y Soldano se descartaron de dos armas de fuego que tenían en su poder y con las que habían efectuado el ataque en barrio Barranquitas. Y enseguida, dejaron abandonada la moto en la estación de servicio Puma de Luis Maggi y la Ruta 34 para escapar finalmente con rumbo desconocido, sin poder ser hallados por personal policial.
¿Qué piensan hacer?
Que la ciudad es un caos no debe ser ninguna novedad para nadie. Que la delincuencia es dueña de la calle nuevamente, tampoco. Que ante ello las autoridades de la Unidad Regional V miran azorados lo que ocurre sin brindar ninguna respuesta a la ciudadanía. Mucho menos la clase política que ya mira decididamente para otro lado con el único objetivo de no tener que reclamarle al Gobierno Provincial por lo que ocurre.
Entonces, dejan que todo fluya; unos hablan de la prevención que no exite en Rafaela queriéndonos hacer creer que sí existe, mientras que el Intendente (ver en pág 7) ahora encontró a otro a quien echarle la culpa de todos nuestros males.
En este marco a los rafaelinos solo nos queda rogar que de una buena vez, el Gobernador de la Provincia tome decididamente el toro por las astas, algo que no pudo hacer el Ministro de Seguridad cuyas horas parecen estar contadas ya que su gestión fue nefasta; al igual que la jefa de Policía Emilce Chimenti y los titulares de la Jefatura Departamental Castellanos.
En medio de todo este panorama absolutamente desolador y lamentable, la ciudadanía asiste absorta a la falta de respuestas que tienen las fuerzas de seguridad ante delincuentes que siguen paseándose a sus anchas a cualquier hora del día y por cualquier lugar de la ciudad.
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