En la primera audiencia por el asesinato de José Cáceres ocurrido en la ciudad de Morteros dieron su testimonio los dos hijos de la víctima. Uno de ellos debió hacerlo de manera virtual debido a que se encuentra detenido en el penal de Bower, incluso antes del hecho.

El primero en sentarse en la silla de los testigos fue Maximiliano, alias "Piñón", de 22 años, quien relató que el día del hecho el había viajado a San Francisco donde iba a pasar unos días en la casa de su suegra cuando recibió una llamada donde le decían que le habían disparado a su padre. Inmediatamente volvió a su ciudad y al llegar la policía estaba trabajando en la escena y le informaron sobre el deceso.

Indagado por la Fiscalía por cual creía él que era la razón del ataque, Cáceres admitió que tiempo atrás el había comercializado sustancias ilegales, pero aclaró lo que dejó al enterarse que iba a ser padre. Agregó que un años y medio atrás, todavía en pandemia había recibido amenazas en la cuenta de facebook de su pareja, de alguien que decía ser Evelio Ramallo.

Sin embargo aclaró que su padre continuó vendiendo, como una forma de generar un ingreso extra, y que el mismo no sabia de donde obtenía la mercancía.

El joven también contó que unos días antes de los disparos recibió en un grupo de whatsapp un mensaje de una persona de Rafaela que envió una foto del imputado, Tomás Lazcano, donde pedían que si lo veían en Morteros realizaran la denuncia ya que supuestamente días antes le había disparado a una persona en dicha localidad. "Nunca imaginé que el mismo tipo iba a matar a mi viejo", finalizó.

En más de una ocasión al ser interrogado por la Fiscalía y los abogados de la Defensa reclamó que es incómoda la situación en que el y otros testigos son puestos, al pedirles que declaren frente a la sala. Y continuó relatando que debido al tamaño de la ciudad todos se conocen, muchos son vecinos o hermanos de amigos, lo que aumenta el miedo a declarar.

Su hermano

Emiliano Cáceres fue el segundo a dar su testimonio, con la particularidad de que lo hizo de manera virtual desde la cárcel de Bower, donde está detenido hace algunos años. Sobre el hecho en si no tenía datos para aportar ya que se encontraba privado de su libertad, y sin hablar con sus familiares por una pelea. Pero al enterarse de lo sucedido, en su enojo, envió mensajes a una cuenta de instagram que el creía que era de Ramallo donde le dijo "cosas muy feas" y ambos se habrían amenazado mutuamente.