Al menos diez personas murieron y 21 se encuentran desaparecidas por las intensas lluvias registradas en el estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil. Las graves inundaciones dejaron, además, escenas de terror: casas arrastradas por la furia del agua, rutas destrozadas y hasta vecinos atrapados durante horas.

Las inundaciones comenzaron el lunes, después de una serie de tormentas e intensas precipitaciones en la región. Según informó Defensa Civil, hasta este miércoles 3.393 personas tuvieron que ser evacuadas en más de 100 municipios del estado, cuyas autoridades abrieron refugios para albergar a los vecinos afectados.

Hasta el momento está confirmada la muerte de 11 personas y la desaparición de otros 21 habitantes. Además, hay 11 heridos y el total de afectados asciende a 19.110.

Por la delicada situación de la zona, este jueves viajará el presidente Lula da Silva para hacer un relevamiento de las áreas afectadas y ponerse a disposición del cuerpo de rescate.

Las persistentes precipitaciones dejaron localidades aisladas y las autoridades le pidieron a la ciudadanía evacuar los hogares si se encuentran cerca de ríos o colinas, en una situación de peligro extremo que ya dejó gigantescos daños materiales.

Las rutas se interrumpieron en más de 60 puntos debido a derrumbes, inundaciones o hundimientos del asfalto. Además, los usuarios de redes sociales registraron escenas desastrosas. En una de ellas se ve a una casa arrancada de raíz por la fuerza del agua y luego es arrastrada por la corriente.

Una casa fue arrastrada a causa de las inundaciones en Brasil.Una casa fue arrastrada a causa de las inundaciones en Brasil.

Los equipos de emergencia dispusieron labores de rescate para personas que quedaron atrapadas en sus casas o incluso dentro de sus autos. Este último caso tuvo como protagonista a un hombre que no podía salir de su vehículo y que logró ser rescatado por cuatro amigos después de 15 horas de aislamiento y riesgo de muerte.

Desesperado y rodeado por la violencia del agua, el hombre llamó a su esposa para pedirle ayuda, pero la señal del teléfono era mala y su celular se mojó, por lo que no consiguió compartir su ubicación exacta. Sólo afirmó que el coche estaba apoyado contra un árbol de tronco firme y él quedó sentado con los pies en la ventana. Así pasó las quince horas hasta que pudieron socorrerlo.

"Cuando estás solo, empezás a reflexionar. Empezás a pensar, a pensar... Te guste o no, fue un renacimiento. Cualquier vacilación hubiera sido fatal", dijo Claiton, de 53 años, el hombre rescatado, en declaraciones que recoge O Globo. (Clarín)