10.28 La Fiscalía le atribuyó a Martín Kunz el homicidio de un hombre de 71 años y cuatro tentativas de homicidio, además del delito de privación ilegítima de la libertad. Según la fiscal Gioria, el imputado no tiene ningún problema psiquiátrico.
La Fiscalía imputó este domingo a Martín Kunz, de 19 años, por el homicidio de Rubén Walembert (71) y por cuatro tentativas de homicidio, además del delito de privación ilegítima de la libertad. Kunz es el joven que, el último viernes, asesinó a cuchillazos al chofer de la traffic donde se trasladaba un grupo de cadetes del Liceo Militar General Belgrano, cuatro de los cuales resultaron heridos en medio del demencial ataque.
Según la fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Ana Laura Gioria, el imputado no tiene ningún problema psiquiátrico. "No tenemos constancia de que tenga ningún diagnóstico psiquiátrico. No aparece nada de esas características", señaló la fiscal en diálogo con AIRE. La audiencia de medidas cautelares se realizará este martes en los Tribunales de Santa Fe, conformó la fiscal Gioria.
El salvaje ataque a los cadetes del Liceo Militar de Santa Fe dejó como saldo un hombre muerto y cuatro menores de edad, de entre 13 y 17 años, heridos de arma blanca. La imputación al atacante, oriundo de Humboldt, se concretó este domingo por la mañana en una audiencia realizada en los Tribunales de la ciudad de Santa Fe, presidida por la jueza penal Rosana Carrara. La defensa del acusado está a cargo una abogada del Servicio Público de la Defensa Penal de Santa Fe. Antes de la imputación, la fiscal dispuso el allanamiento del domicilio de Kunz, en la localidad de Humboldt. El procedimiento fue el viernes en horas de la noche y estuvo a cargo de policías de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), en una vivienda ubicada en Mosconi al 2000.
Cómo fue el ataque a los cadetes
El caso ocurrió el viernes, en horas del mediodía, cuando una traffic blanca de la empresa Tío Mario, que trasladaba a un grupo de liceistas paró en una panadería y fue abordada por Kunz que mediante el empleo de un cuchillo apuñaló a algunos estudiantes, como también al chofer del vehículo. Tras el ataque, el conductor que fue identificado como Rubén Walembert (71) se desvaneció en la puerta de un local y perdió la vida minutos después tras recibir un puntazo a la altura del cuello. La secuencia continuó cuando el atacante obligó a uno de los cadetes a tomar el volante de la camioneta y conducir por ruta 1 al norte. Durante ese trayecto, Kunz -según versiones de lo sucedido- realizó puñaladas a los estudiantes y le anticipó que los mataría por haber sido testigos del ataque en el centro comercial en donde murió Walembert. Al pasar el cruce de calle Bomsembiante la camioneta fue interceptada por agentes del Comando Radioeléctrico que lograron parar al homicida y detenerlo y a su vez rescatar a los estudiantes del Liceo Militar que viajaban hacia San Javier.
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