El ministro de Gestión Pública, Marcos Corach, aseguró que se están tomando distintas medidas en el territorio provincial para poder llevar adelante un abordaje integral de la situación. Además señaló que la Provincia, el MPA, los municipios y los legisladores se deben involucrar en la búsqueda de una solución.

El ministro de Gestión Pública, Marcos Corach, dialogó con Aire de Santa Fe, donde se refirió a la problemática de los trapitos, puntualmente en la ciudad de Santa Fe, en lo que refiere a la zona de la Terminal de Ómnibus y dijo que "nadie puede mirar para otro lado". El funcionario mencionó que la Provincia está trabajando en el tema, pero que también deben aportar lo suyo el Ministerio Público de la Acusación (MPA), el Municipio y los legisladores.
"El trabajo en particular con los trapitos no es exclusivamente de la Provincia. Nadie puede mirar para otro lado, el Municipio menos; también tiene responsabilidad y no sólo de control", argumentó Marcos Corach.
El Ministro dijo que la Provincia está trabajando y poniendo mayor énfasis en la zona de la Terminal de Ómnibus "que se volvió peligrosa". En ese marco, Corach aclaró: "Quienes no podían sacar sus mesas a la vereda, ayer (por el jueves) lo pudieron hacer. Deberíamos haberlo resuelto antes, seguramente. Hacemos lo que podemos con los recursos que tenemos". Al ser consultado por el rol del MPA, Marcos Corach respondió: "No hay ningún estamento que pueda mirar para otro lado, ni la Justicia, ni la Municipalidad, si no es sencillo y la responsabilidad es del otro. No es exclusivo de la Provincia y la Policía los chicos que están en los semáforos, es más complejo y claro que necesita de mayor participación e involucramiento de la Justicia y la Municipalidad". "Cada uno de los poderes tiene una competencia distinta. Si las leyes permiten que quienes entran y por ser menor no pueda ser detenido por una acción vandálica, claramente hay algo que no funciona. Ningún Poder (del Estado) puede mirar para otro lado. Es una problemática que no es solo de Seguridad, sino social. Es un trabajo en el que debería estar más gente involucrada", finalizó.
Por su parte, el intendente de la ciudad de Santa Fe, Emilio Jatón, pidió que haya policías caminantes que recorran la zona de la terminal, aunque aclaró: "No es un tema que se resuelve sólo con la policía, es un tema social que tenemos que abordarlo desde distintos lugares".

¿Y en Rafaela?

Desde hace tiempo que desde CASTELLANOS hemos ido narrando casi con cotidianeidad respecto a lo que es el accionar de este tipo de personas, sobre todo en el centro de la ciudad. Antes de la pandemia se buscó a través de un registro poder encausar una solución, en su momento, con la implementación de los "chalecos azules", para de alguna forma identificar a las personas que se encontraban realizando este tipo de tareas.
Con la pandemia, estos individuos obviamente dejaron de ser una constante en el centro, pero a medida que avanzó el tiempo y llegaron las flexibilizaciones, poco a poco fueron apareciendo nuevamente, hasta llegar a este punto, el cual parece una continuación de lo sucedido antes de la implementación de los chalecos.
Si bien en su momento se buscó poder darle un cauce a este tema, la falta de continuidad en lo que fueron estas políticas hicieron que estos sujetos paulatinamente vayan regresando a sus lugares cotidianos. Pese a las políticas implementadas la solución no llegó y al día de la fecha, no sólo que son un inconveniente para la política, sino también para los vecinos que a diario sufren de los famosos aprietes. El pedido de una "limosna" o "ayudita", y la preocupación siempre latente de que ante la negativa, puedan generar algún daño en los vehículos, sin contar los episodios de violencia que se pueden llegar a dar entre estos individuos.