El caso que investiga el asalto y copamiento de la Subcomisaría 20 de Arroyo Leyes reveló este lunes un dato central que hasta el momento era desconocido y por el cual surgieron múltiples interrogantes. ¿Por qué la banda atracó la dependencia policial y luego fue a una vivienda lindera?
La respuesta fue dada a conocer durante la audiencia de medidas cautelares en donde tres civiles identificados como Martín "Pato" Viña, Hernán "Orejón" Sosa y Fabián López quedaron presos, junto con el comisario supervisor, Sebastián Palavidini, por orden de la jueza penal Rosana Carrara que consideró acreditada, por lo menos en esta instancia de la investigación, su participación en los hechos que investigan las fiscales Laura Urquiza y Rosana Peresín.
Los mismos ocurrieron entre las 00:40 y la 1:30 hs del 17 de noviembre pasado cuando una banda de, por lo menos, siete hampones irrumpió en la Subcomisaría y redujo a los suboficiales que se encontraban de guardia, y se apropiaron de una pistola reglamentaria, una escopeta del lugar y el móvil policial (una Volskwagen Amarok) para luego dirigirse hacia una vivienda ubicada a 50 metros. ¿Por qué fueron hasta allí? ¿Qué los movilizó a esa casa? Son algunos de los interrogantes que a partir de la audiencia de este lunes comenzaron a develarse.
Según reveló la audiencia de este martes, uno de los imputados que tiene la investigación, tras ser detenido, decidió colaborar con la Justicia y declarar cuál fue su participación y los roles que tuvieron los demás implicados, como también el móvil del golpe delictivo que impactó de lleno en el orden institucional de Santa Fe y la región. A través del testimonio de Luis Leguizamón (detenido el pasado 17 de enero) las fiscales reconstruyeron cómo fue la secuencia que, según explicó el joven ladrón, se dio a partir de que la banda tenía el dato de que en la casa lindera a la Subcomisaría había supuestamente 200 mil dólares. Sin embargo, el resultado del atraco indicó todo lo contrario, ya que los delincuentes nunca encontraron dicha suma y sólo se llevaron de la propiedad 30 mil pesos, los celulares de la pareja y un Peugeot 207 con el cual emprendieron la huida, junto con el móvil policial y el Fiat Palio Wekeend, propiedad del remisero trucho de Coronda, Fabián López, que los trasladó hasta el lugar.
Roles criminales
De la investigación impulsada por las fiscales, se desprende además cuáles fueron los roles centrales de cada uno de los imputados que tiene por el momento la causa. En el caso de "Pato" Viña, las fiscales lo colocaron como el "organizador" y quien reclutó a los integrantes de la banda, la cual se reunió unas horas antes del robo en su casa de Ricardo Aldao al 1200.
En esa reunión previa al atraco, estuvieron Viña, Leguizamón, los dos hombres que se encuentran prófugos y "Orejón" Sosa. Este último, junto con uno de los evadidos de la Justicia, se habrían vestido con la ropa policial. Un rato después, fueron buscados por el remisero corondino, quien los cargó en su Palio Wekeend, los trasladó hasta Arroyo Leyes (con Leguizamón en el baúl) y los dejó 60 metros después de la dependencia policial situada en el kilómetro 14 de la Ruta Provincial 1.
Tras dar el golpe en la Subcomisaría y la vivienda contigua, la banda escapó en tres vehículos: los prófugos y Leguizamón a bordo del móvil policial sustraído; Sosa, Viña y el sexto implicado, Mauricio Páez, en el Peugeot 207 que le robaron a la pareja; y el remisero López en la Weekend.
Todos huyeron por ruta 1 al sur, pero en el camino fueron sorprendidos por un patrullero en la entrada a San José del Rincón, por lo que los ladrones que iban a bordo del móvil policial doblaron intempestivamente y rompieron una rueda del vehículo. Descendieron del auto y escaparon a pie hacia un campo en donde se ocultaron debajo de una canoa. Horas después caminaron por el terraplén costero en donde fueron parados e identificados por policías de prevención que luego los dejaron marcharse.
En lo que respecta a Viña, Sosa y Páez, se estima que durante el escape se tirotearon con la policía y abandonaron el auto 207 (en el cual los peritos levantaron 21 vainas servidas) en la zona de Colastiné Norte. Allí caminaron hasta los bañados en donde, luego de sumergirse en una zona pantanosa, Páez se hundió y murió ahogado para ser encontrado dos días después.
De las evidencias recolectadas por la Fiscalía surge (en base al tráfico de llamadas de una empresa de telefonía) que el comisario Palavidini se contactó con el teléfono que solía utilizar Viña horas después del hecho, situación que lo dejó comprometido con la investigación. Inclusive, cuando uno de los imputados, que declaró como arrepentido, sindicó al comisario como quien le "liberaba la zona" a la banda, le daba la ropa policial y que se iba a llevar 50 mil dólares de los que el grupo criminal buscaba alzarse de la casa lindera a la Subcomisaría pero que nunca encontró.
Palavidini por su parte intentó defenderse de los cargos atribuidos y declaró en dos oportunidades. Primero dijo que desconocía a todos los implicados, menos a Viña, al cual conoció por el robo de un vehículo. Luego, en la audiencia de este lunes, dijo que también conocía a Leguizamón y que este le había vendido una cocina, ya que el imputado trabajaba en una casa de electrodomésticos de calle Ángel Cassanello y se la había ofrecido de manera informal. Sin embargo, no aportó ninguna evidencia que acreditase su vínculo con Viña, como así también con Leguizamón. "Explicó situaciones que no revisten coherencia", consideró la jueza Carrara para ordenar al final de la audiencia la prisión preventiva de Palavidini. Fuente: Aire de Santa Fe
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