10.41 Se trata de Mauro Rafael Walker, de 29 años, a quien también se declaró reincidente por segunda vez. La pena fue resuelta en un juicio oral y público que finalizó esta mañana. El fiscal Martín Castellano representó al MPA en el debate.

Un hombre de 29 años identificado como Mauro Rafael Walker fue condenado a siete años de prisión por haber cometido un robo con un arma de fuego en una farmacia de la ciudad de Rafaela. La pena fue impuesta esta mañana por el juez Juan Gabriel Peralta en el marco de un juicio oral y público que se llevó a cabo en los tribunales de la ciudad cabecera del departamento Castellanos.

A raíz de otros antecedentes penales, Walker también fue declarado reincidente por segunda vez. Por su parte, una mujer –también de 29 años– que fue juzgada como coautora del hecho ilícito, fue absuelta.

El fiscal que representó al MPA en el debate es Martín Castellano, quien se refirió a la decisión del magistrado. “Valoramos la sentencia impuesta a Walker”, destacó y agregó que “la pena es muy similar a la que habíamos solicitado en la acusación”.

En relación a la mujer que fue juzgada, el fiscal del MPA dijo que “aguardaremos los fundamentos de la resolución del juez para luego evaluar la posibilidad de apelar”.

En una farmacia

Walker fue condenado como autor del delito de robo calificado (por el uso de arma de fuego, cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada). Castellano señaló que “cometió el robo alrededor de las 9:00 del miércoles 4 de marzo del año pasado en una farmacia ubicada en calle España al 1.100”.

El representante del MPA también narró que “ingresó al local comercial, apuntó a empleados y clientes del negocio con un revólver y le exigió al encargado de la farmacia la entrega del dinero que había dentro de la caja registradora, que eran alrededor de 3.000 pesos”. En tal sentido, agregó que “Walker también se apoderó ilegítimamente de dos teléfonos celulares, 20 pares de lentes de sol y seis blisters de hebillas para el cabello”.

Por último, el fiscal concluyó que “parte de los elementos sustraídos fueron secuestrados en un allanamiento llevado a cabo –en el domicilio en el que vivían juntos el condenado y la mujer absuelta– pocas horas después del robo en la farmacia”.