«A esto hay que pagarlo, díganle a la gente que se viene un impuestazo», dijo Martínez al rechazar con fundamento y sentido común el proyecto que crea diez secretarías, mantiene la secretaría privada del intendente y duplica los cargos políticos con la creación de hasta diez coordinadores que estarán sobre la estructura de los empleados municipales y «secundarán al secretario».
Dos datos políticos son sorprendentes: mientras el presidente Javier Milei procura achicar el estado y cerrar ministerios y empresas, el intendente Rodrigo Müller las aumenta, contradiciendo su promesa de campaña. Lo acompañaron los concejales justicialistas a votar la duplicación de los cargos políticos y lo rechazaron los ediles radicales.
El proyecto fue aprobado con los votos de los concejales Mariano Puig, Rodrigo Müller, Guillermo Bonvin, Víctor Elena y Sebastián Ranaletta. Estos últimos dos justicialistas y teóricamente opositores al actual intendente. En cambio fue rechazado por los concejales Andrea Martínez y Cristian Cammisi.
Se aprobaron los cambios de nombres de las ocho secretarías actuales: Secretaría de Gobierno y Reforma del Estado, Secretaría de Hacienda y Finanzas, Secretaría de Obras e Infraestructura Pública, Secretaría de Ambiente y Servicios Públicos, Secretaría de Cultura y Promoción del Deporte, Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico, Secretaría de Desarrollo Humano y la Secretaría de Planeamiento y Proyectos.
Además se agregan dos secretarías nuevas: Secretaria Legal y Control Institucional y Secretaria de Control y Seguridad.
Recordemos que el sueldo de cada secretario hoy ronda el millón de pesos.
Durante la sesión de ayer se creó la figura del «coordinador», una suerte de comodín político que «secundará» al secretario. No tiene tareas específicas definidas y no se sabe que categoría tendrá.
En la previa se advertía que no estaba clara la cantidad de coordinaciones que se podían crear porque su creación sería por decreto del intendente. En la sesión el «aumenta casta» Rodrigo Müller aceptó ponerle un tope a su deseo de crear nuevos cargos y colocar un máximo de diez coordinaciones.
En la sesión no se aprobó la creación de la Guardia Urbana y se giró nuevamente a comisión el proyecto de ampliación y cambios en la forma de contratación.
La votación de ayer no se los observó a los concejales del Pro y del PJ muy preocupados por el dinero de la gente, sí por contener a sus estructuras políticas y sus cargos. Teniendo en cuenta lo sucedido en la sesión se puede advertir que la devolución de los proyectos a comisión no es para «un mayor debate» sino para «aumentar la cotización» en la negociación de cada voto. (EDxD)
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