Rodrigo Müller finalizó su mandato como concejal y a su vez juró ante el resto de los ediles como nuevo intendente.

Previamente juraron y asumieron sus mandatos como concejales Mariano Puig, Sebastián Ranalleta -ambos renuevan sus cargos- y María del Rosario Galleano.

Los tres conformarán el Concejo junto a Guillermo Bonvin, Cristian Cammisi, Víctor Elena y Andrea Martínez, quienes finalizan sus mandatos en dos años.

En la plaza

A las 20:30 en Plaza San Martín, Rodrigo Müller pondrá en funciones a sus secretarios municipales: Andrés Grenón en la Secretaría de Gobierno y Reforma del Estado, Daniela Rivolta en Hacienda y Finanzas, Gabriela Roldán en Obras e Infraestructura Pública, María Lorena Domig en Ambiente y Servicios Públicos, Melania Rein en Cultura y Educación, María Florencia Blanché en Desarrollo Humano, María Victoria Nagel en Innovación y Desarrollo Económico, María Evangelina Pirola en Planeamiento y Proyectos, Samira Cobos en Legal y Control Institucional y César Gioria en Control y Seguridad.

El discurso

A continuación compartimos el discurso brindó Rodrigo Müller al despedirse del Concejo:

"Es bueno estar en casa. Me siento así por todos los buenos deseos que hemos recibido como familia en las últimas semanas. Hoy, es mi turno para decir gracias. Ya sea cuando nuestras posturas hayan coincidido o cuando no hayamos estado de acuerdo en lo absoluto, en mis conversaciones con ustedes. Cada día, aprendí de ustedes, en especial los empleados del Concejo, Norma que es una representación viva de los sucesos que han pasado durante estos 40 años de democracia en la ciudad; Omar que ya no se encuentra trabajando, Mónica y Claudio. Ustedes me hicieron un mejor concejal, me hicieron un mejor hombre.

Cuando me uní a la Juventud Radical poco después de cumplir 16 años, cuando aún intentaba averiguar quién era; buscaba un propósito para mi vida.

Fue en los barrios de la ciudad donde empecé a trabajar con grupos de la iglesia o encuestando para cambiar la realidad social. Fue en estas calles donde fui testigo de la fuerza y la dignidad de los vecinos y de los trabajadores ante las dificultades. Ahí es donde aprendí que el cambio sólo ocurre cuando la gente se involucra, se compromete y se une para exigirlo.

Después de cuatro años como Concejal, sigo creyendo eso. Y no es sólo mi opinión. Es el corazón de nuestra idea democrática como partido y como ciudad.

En horas, la ciudad será testigo de un sello distintivo de nuestra democracia: la transferencia del poder de un intendente elegido libremente al siguiente.

Pero independientemente del lugar que ocupemos; tenemos que esforzarnos más; empezar con la premisa de que cada uno de nuestros conciudadanos ama a esta ciudad tanto como nosotros; que valora el trabajo y la familia como nosotros.

Corresponde a cada uno de nosotros ser celosos guardianes de nuestra democracia; abrazar la tarea que nos ha sido dada para tratar constantemente de mejorar esta gran ciudad nuestra. Porque a pesar de todas nuestras diferencias externas, todos compartimos el mismo orgulloso título: ciudadano esperancino.

A mis extraordinarios compañeros de trabajo en especial a Samira; en primer lugar, que estuvo desde el primer momento acompañándome en el Concejo y al que luego se sumó Julián. Durante cuatro años tome su energía, y he tratado de reflejar lo que pensábamos cada día: corazón y carácter, e idealismo. Los he visto crecer políticamente, y argumentar distinto a mi pensamiento, lo que significa un crecimiento personal de ellos. Lo único que me hace sentir más orgulloso que todo lo bueno que hemos hecho; es saber que lograran cosas más extraordinarias a partir de ahora. Yo voy a estarles eternamente agradecido. Porque sí, ustedes cambiaron el mundo, nuestro mundo, que es nuestra ciudad. A los militantes de la UCR que me acompañaron estos 4 años. Y nunca aflojaron en perseguir un sueño, que era el de cambiar la ciudad.

A los esperancinos, ha sido el honor de mi vida servirles como concejal. No me detendré; de hecho, voy a estar ahí con ustedes, como Intendente, para todos los días que queden en estos próximos 4 años. Por ahora, si ustedes son jóvenes o jóvenes de corazón, tengo que pedirles una última cosa, les pido que crean. No en mi capacidad para lograr el cambio, sino en la suya. Les pido que se aferren a esa fe escrita en nuestra historia como ciudad; aquellos que se levantaron y un día hasta tomaron en rebeldía, reclamando el voto secreto y obligatorio la Capital de la Provincia de Santa Fe, ese credo reafirmado por quienes plantaron banderas: Sí podemos. Sí lo logramos.

Por último sé que la Banca de la Unión Cívica Radical queda en las mejores manos que uno puede desear. En manos de Rosario Galleano; una concejal, que va a estar cerca; muy cerca del vecino.

Muchas gracias. Y que Dios continúe bendiciendo la ciudad de Esperanza".