El Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe puso en marcha el curso de posgrado “La atención de la urgencia y/o emergencia como parte del proceso de cuidados integrales”. La formación está destinada a médicos que se desempeñen en Guardias Generales de efectores de segundo nivel, en particular para aquellos que se desempeñan en territorios alejados de los grandes centros urbanos. El programa de formación se extenderá hasta el 29 de agosto. Está estructurado en siete módulos de contenidos sobre el abordaje integral de los problemas urgentes de la atención gineco-obstétrica, del neonato, de niños y niñas en la primera infancia, de las personas adultas, problemáticas de salud mental, y adultos mayores.
“Cada instancia formativa que proponemos a los equipos de salud está pensada como parte del proceso de reconstrucción del trabajo en red de la salud pública”, señaló Gonzalo Chiesa, secretario de Gestión y Fortalecimiento Institucional de la cartera sanitaria, que organiza la actividad en conjunto con la dirección de Residencias Médicas y las cinco Regiones de Salud-Nodo.
“La formación permanente es un eje de gestión que planteamos no solo para la actualización de los equipos sino para que en cada instancia puedan conocerse más entre sí, saber quién es el compañero que tal vez transitó una experiencia similar y puede compartirla con otros”, agregó Chiesa en la apertura del curso, junto a la secretaria de Salud, Andrea Uboldi.
Mirada integral y trabajo en equipo
En el programa se define a la consulta de urgencia y/o emergencia como un encuentro no programado, generalmente sin elección por parte del paciente del lugar o el médico tratante; en horarios diversos y a veces adversos, y en sitios que pueden no estar preparados para procedimientos de mediana o alta complejidad, aunque reciben a la persona por demanda espontánea.
La coordinadora de esta propuesta, Gabriela García, detalló que este curso tiene como objetivo “brindar herramientas para la adquisición de habilidades, destrezas y conocimientos aportando a una práctica solvente y responsable, que garantice la detección oportuna de problemas y su adecuada resolución; o derivación a los distintos efectores de la red de servicios de salud en función del cuidado especializado que requiera”.
Las clases están organizadas semanalmente, en modalidad virtual, sincrónica y asincrónica. Habrá una práctica presencial de cierre del curso y un examen de finalización. “Hablamos de una evaluación final no solo para acreditar un conocimiento sino fundamentalmente para tener esa instancia de encontrarnos, con postas o estaciones para poner en práctica los aprendizajes de la etapa teórica”, remarcó Chiesa como parte de la propuesta pedagógica.
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