09.44 El rafaelino apuntó contra la titular del PRO por hablar de la presencia de un "Estado narco" en la provincia y no descartar el uso de las Fuerzas Armadas en la defensa interior.
La Casa Gris acusó ayer a la titular del PRO nacional, Patricia Bullrich, de hacer “turismo electoral” y obrar “sin escrúpulos” por haber prometido, durante un reciente desembarco en la ciudad de Funes en modo precandidata presidencial, “liberar a los rosarinos del Estado narco que rige la provincia” de Santa Fe.
Bullrich, quien el jueves pasado reunió a sus equipos técnicos en la ciudad cercana a Rosario, habló acerca de la presencia de un “Estado narco” en territorio santafesino y del posible uso de las Fuerzas Armadas en la defensa interior.
Si bien las palabras de la ex jefa de Seguridad nacional durante el gobierno de Mauricio Macri motivaron un descargo inicial vía Twitter, el ministro de Gestión Pública provincial, Marcos Corach, no logró aplacar su malestar. Y sumó actores políticos a su réplica.
“Me cae muy mal que se hagan esas cosas, parece que no asumen su responsabilidad. Hablo en plural, porque incluyo al ex ministro de Seguridad provincial Maximiliano Pullaro. Ambos (por Bullrich y el diputado santafesino fueron directos responsables de la situación de Rosario”, sostuvo Corach, en declaraciones a LT8.
Pullaro viene utilizando a la seguridad como uno de los arietes de su campaña como precandidato a gobernador. Al respecto, en el marco de una visita que realiza a Estados Unidos, ayer se mostró en redes sociales recorriendo la central de análisis criminal en tiempo real de la Policía de Miami, entre otras actividades.
Pero Corach subió al apuesta contra Bullrich: “Tiene un nivel de irresponsabilidad en sus dichos que me enoja mucho. Es insalubre que haga turismo electoral y declare ligeramente sobre la intervención de las fuerzas federales, sin escrúpulos”.
“Es cansador, porque sé lo que sufren los rosarinos con la inseguridad y porque todo lo que estamos haciendo no alcanza. Nuestro mayor esfuerzo está puesto, sin dudas, en la ciudad”, completó el funcionario.
Acerca del avance del narcotráfico en el sur provincial, Corach aludió a “muchas causas” y enfatizó que “la inacción del Estado durante mucho tiempo llevó a que las bandas se consolidaran”.
También aludió, como otro factor de peso en la problemática, a “la falta de oportunidades por la situación económica”. Al respecto, el ministro había advertido días atrás que “si el empleo aparece como una forma de progresar, el delito deja de ser para los jóvenes la única alternativa”.
Al trazar un duro diagnóstico sobre la inseguridad en Rosario y la provincia, Bullrich había adelantado que, en caso de ser gobierno, está proyectado un fuerte desembarco con agentes federales. También advirtió que, si esa opción no redunda en una baja del delito, irá al Congreso nacional para modificar la ley de defensa y utilizar las Fuerzas Armadas en el combate al narcotráfico.
El mensaje
Poco después de la realización de un nuevo operativo de alerta y prevención con alta visibilidad —a través de la Policía de Santa Fe — en diversos barrios de Rosario, Edgardo Glavinich, subsecretario de Seguridad Pública provincial, también salió al cruce de la titular del PRO.
“Plantear el uso de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico implica una visión técnica con algunas inconsistencias, porque no están preparadas para otro objetivo que el ya asignado. Lo demuestran sus intervenciones en nuestro pasado reciente y la falta de resultados en otros países de América latina”, señaló a La Capital el funcionario.
Al respecto, Glavinich resaltó: “Tenemos fuerzas federales con la capacidad necesaria para desarrollar un plan de acción y las policías locales, en este caso la de Santa Fe, que también cuenta con los recursos para combatir los mercados criminales, una de cuyas facetas es el narcotráfico”.
En esa línea, instó a “dejar de hacer política con la seguridad y concretar políticas de seguridad, algo que conlleva un esfuerzo compartido entre todos y una planificación a largo plazo, con estrategias que, lógicamente, pueden variar con el tiempo”.
“Seguir haciendo política con este tema significa entrar en una entropía que, desgraciadamente, luego recae sobre las vidas humanas”, concluyó Glavinich. (La Capital)
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