La Legislatura de Santa Fe aprobó los tres pliegos para la estratégica Cámara de Ejecución Penal que había enviado Maximiliano Pullaro. Eso sí: Unidos para Cambiar Santa Fe no pudo consensuar con la oposición en dos de las postulaciones -las más polémicas- y tuvo que imponer su mayoría en la Legislatura.

La Cámara de Ejecución Penal y Supervisión Carcelaria es un tribunal de segunda instancia creado dentro del paquete de leyes relativas a la política de seguridad que el gobernador envió a la Legislatura al principio de su mandato. Compuesta por tres jueces, en la Casa Gris la consideran clave para su estrategia de abordaje de la violencia en Rosario, ya que se encargará de resolver todos los planteos que surjan de las cárceles santafesinas, ya sea por quejas en las medidas de detención o incluso pedidos de libertad anticipada.

Los candidatos que fueron postulados por Pullaro y terminaron siendo aprobados por la Asamblea son actual defensor público santafesino Marío Javier Guedes, la fiscala rosarina Valeria Haurigot -conocida por haber estado al frente de la Unidad Balaceras- y su par oriundo de Venado Tuerto, Horacio “Chano” Pueyrredón.

La polémica detrás de los pliegos de Maximiliano Pullaro

El acuerdo otorgado por parte de la Legislatura es un triunfo para la Casa Gris. Las candidaturas de Haurigot y Pueyrredón fueron muy discutidas porque no superaron el examen teórico al concursar para sus nuevos cargos y el jurado evaluador los había eliminado de la lista de postulantes. Sin embargo, ambos impugnaron la decisión y el gobierno terminó resolviendo a su favor, manteniéndolos en pie.

El gobierno había bancado sin titubear a Pueyrredón y Haurigot. “Es una decisión política. Si dictan malos fallos, nos haremos cargo que designamos a la gente incorrecta”, sostuvo el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni. Sin embargo, les costó más de lo planeado: tuvo que demorar una semana más su tratamiento por desacuerdos dentro de la propia alianza gobernante, especialmente con el socialismo, su principal contrapeso político dentro de Unidos. Además, el peronismo aprovechó la situación y buscó pegarle la primera piña a Pullaro desde que es gobernador.

Hasta el Colegio de Magistrados le pegó al gobernador. “Los inconvenientes que está sufriendo ese procedimiento nos da la razón a nosotros en lo que venimos sosteniendo, de que tiene que haber orden de mérito”, sostuvo Ivan Kvasina, su vicepresidente. “El modo en que ha manejado el Poder Ejecutivo estos nombramientos ha generado dificultades que nos dan la razón”, aprovechó, en referencia a sus críticas a los cambios en los procesos de selección de magistrados que la Casa Gris impulsó para los próximos concursos.

La grieta en la Legislatura de Santa Fe

Finalmente, Unidos tuvo que hacer valer su mayoría en la Asamblea Legislativa. En el caso de Pueyrredón, el primero que fue puesto a consideración, Unidos para Cambiar Santa Fe reunió cuarenta votos afirmativos, mientras que la oposición tan solo diecinueve voluntades en contra. Solo se abstuvieron Fabián Palo Oliver y Claudia Balagué, del Frente Amplio por la Soberanía y existieron ocho ausentes con aviso, entre ellos dos figuras importantes: el jefe de los senadores peronistas Armando “Pipi” Traferri y la diputada Amalia Granata, muy enfrentada con Pullaro.

El segundo pliego fue el de Haurigot. Los votos afirmativos volvieron a ser cuarenta, pero cosechó dos votos negativos más que Pueyrredón, además dos abstenciones. Se ausentaron seis legisladores. Un detalle: tanto los pliegos de la rosarina y el venadense fueron votados con el método nominal, es decir, se nombró a cada uno de los legisladores y se les pidió que digan a viva voz su voto afirmativo o negativo. Fue un pedido que vino de la Comisión de Acuerdos, en donde sus postulaciones tampoco habían reunido unanimidad ya que obtuvieron ocho de los doce votos.

Para el final quedó el santafesino Guedes, quien a pesar de haber quedado noveno en el orden de mérito -Haurigot había quedado octava y Pueyrredón duodécimo- no tuvo mayores inconvenientes y fue votado con el acompañamiento de la mayoría de la oposición. Solo Carlos Del Frade votó los tres pliegos en contra. Fuente: Letra P