20.54 La Biblioteca Argentina de Rosario, puesta en valor durante su gestión, se convirtió en punto de encuentro para recordar al exgobernador. Sus hijos descubrieron una placa conmemorativa.
La Biblioteca Argentina “Dr. Juan Alvarez” de Rosario se convirtió este lunes en un punto de encuentro para recordar al exgobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz a un año de su muerte, víctima del Covid-19. En el jardín de ingreso, ubicado sobre el Pasaje Alvarez, y en las afueras sobre la Plaza Pringles, se dieron cita sus familiares y amigos, dirigentes de todos los partidos políticos, representantes de entidades intermedias, referentes de distintos ámbitos, colaboradores y funcionarios de sus gestiones como intendente de la ciudad y en la Provincia de Santa Fe, y vecinos que se acercaron participar del emotivo encuentro.
La institución fue lugar trascendente en su vida porque la conoció con su madre siendo niño, planificó su remodelación cuando fue intendente de la ciudad y plasmó la obra mientras era gobernador. Por eso, se proyectó un video de mayo de 2019, cuando Lifschitz dejó inaugurada la ampliación y renovación del edificio.
En la oportunidad, sus hijos Yasmín, Ana Luz, Federico y Esperanza Lifschitz descubrieron una placa en su memoria. Posteriormente, Ana Luz, siempre acompañada de sus hermanos, leyó una emotiva carta en la que, como hijos, evocaron la vida de su padre.
El homenaje, que estuvo estuvo organizado por familia y amigos y amigas, contó con la presencia de la diputada provincial y esposa del exgobernador, Clara García, la ex intendenta de Rosario y hoy Diputada Nacional, Mónica Fein, y el exgobernador Antonio Bonfatti, el presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados de Santa Fe, Pablo Farías, y dirigentes de todo el arco político, entre ellos, el intendente Pablo Javkin, además de referentes de entidades intermedias, fuerzas vivas de la ciudad y vecinas y vecinos que se acercaron a participar.
El encuentro finalizó de la mano de un cuarteto de en cuerdas integrado por músicos rosarinos que interpretaron el Otoño de Vivaldi. La actividad cerró con un minuto sostenido de aplausos.
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