19.46 La candidata a senadora nacional del Frente Amplio Progresista (FAP) recorrió los departamentos 9 de Julio y Vera. En la ciudad cabecera de este último recibió el apoyo político de la intendenta Paula Mitre. Visitó Tostado, Gato Colorado, Villa Minetti, Intiyaco y Golondrina. “En cada lugar que visito, veo una obra del Frente Progresista”, remarcó.
La candidata a senadora nacional del Frente Amplio Progresista (FAP), Clara García, completó una recorrida por el norte de la provincia, visitando varias localidades de los departamentos 9 de Julio y Vera. En declaraciones periodísticas, afirmó que “el Plan del Norte –ideado y ejecutado por el ex gobernador Miguel Lifschitz para impulsar el crecimiento de esas dos jurisdicciones y General Obligado-, significó un compromiso y una apuesta a algo distinto para nuestra provincia, tuvo un espíritu reparador. En el norte santafesino hay riqueza; es una región que tiene la misma fuerza emprendedora que cualquier otro lugar de Santa Fe. Sin embargo (el gobernador Omar) Perotti lo interrumpió y le ha soltado la mano”, apuntó.
Al respecto, García puso como ejemplo el caso de la ruta provincial 3, que en la gestión anterior se pavimentó en el tramo que va de Intiyaco a Golondrina, y desde esa localidad hasta Los Tábanos. “Faltaba completar la pavimentación hasta Los Amores y no se hizo aún estando los pliegos listos para licitar las obras”, indicó durante una entrevista.
En Vera fue recibida por la intendenta, Paula Mitre, quien expresó su apoyo político a la candidata a senadora del FAP. Juntas recorrieron el Paseo de las Artes, en el predio del ex ferrocarril, un espacio recuperado por el gobierno local para el desarrollo de todas las disciplinas artísticas tanto de la ciudad como de la región.
En su paso por Intiyaco visitó el hospital local, remodelado durante el gobierno del Frente Progresista, y recibió el saludo del vicepresidente comunal, Javier Graziano.
“Si hablamos del agua, en Tostado construimos en nuestras gestiones un azud nivelador sobre el río Salado para mantener el nivel y garantizar reserva. Hoy a esta obra le falta mantenimiento”, advirtió la actual diputada provincial.
En esa ciudad visitó la Cooperativa de Agua Potable y el Instituto del Profesorado N°9 "Profesor José María Scalenghe", y se refirió a la situación del edificio educativo: “Hace un año y medio que tiene el techo que se llueve y no logran recibir la partida para arreglarlo. Ahora que volvió la presencialidad, hay sectores que no se pueden usar. Un año y medio sin arreglar algo menor da la pauta de las falencias de gestión que sufre la Educación en nuestra provincia”, aseveró.
En Gato Colorado, García mantuvo una reunión con el presidente comunal, Rubén Acosta, mientras que en Villa Minetti participó de un encuentro con vecinos en el Club de los Abuelos.
“En cada lugar que recorro hay una obra del Frente Progresista”
La candidata del FAP resaltó: “Nosotros podemos mostrar lo que hicimos durante nuestros gobiernos, con buenas políticas y buena gestión. En cada lugar que visito en esta campaña, veo algo que dejó construido el Frente Progresista; por eso creemos que representamos una esperanza hacia el futuro”, confió.
En ese marco, García evaluó que en las últimas elecciones la población “castigó la falta de ética personal, de diálogo político y de eficiencia en la gestión del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández. En Santa Fe -puntualizó-, el 82% de los votantes le dijo que no a Perotti por la falta de equipos, de planificación, de experiencia de gestión. Cada 100 pesos que el gobernador tenía este año para invertir nada menos que en seguridad, solo gastó 7. Eso es ser ineficiente e improvisado, revela la ausencia absoluta de políticas en el área donde más promesas había hecho”, remarcó en una de las entrevistas radiales que realizó.
Asimismo, repudió “las dádivas antes de las elecciones. Hace falta que los gobiernos sean verdaderos generadores de empleo y de las condiciones necesarias para permitir el desarrollo”, reclamó.
En ese orden, puso como ejemplo la gestión de Lifschitz: “El impulso a la obra pública en ese período hizo que llegaran a haber 40.000 personas trabajando en la construcción, algo que genera movimiento en muchos otros sectores y además, son sueldos que van al negocio del barrio, a mejorar sus casas. Hoy solo son 33.000 y eso que hay tanto en que invertir: rutas, hospitales, edificios educativos, obras para el suministro de agua; ahí está lo que la gente debe exigir al Estado”, sostuvo para finalizar.
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