Este sábado terminará el programa Compre sin IVA, el beneficio que había lanzado el gobierno nacional de Alberto Fernández en septiembre para trabajadores formales e informales que les reintegraba hasta 18.800 pesos por compras de artículos de la canasta de alimentos, higiene personal, medicamentos y limpieza del hogar. El objetivo era convertirlo en ley, pero la nueva gestión libertaria parece no tenerlo en sus planes.

Una de las medidas de mayor impacto en el consumo durante la campaña electoral fue el programa Compre sin IVA que lanzó el exministro de Economía y excandidato presidencial, Sergio Massa. La medida, apoyada por el actual presidente Javier Milei, vence este 31 de diciembre, pero aún no se sabe que ocurrirá con su continuidad o discontinuidad.

El programa reintegra el 21% del IVA a los productos que integran la canasta para jubilados, monotributistas, beneficiarios de planes sociales y trabajadores registrados con salarios que no superen el piso del Impuesto a las Ganancias de 15 salarios mínimos.

El beneficio tiene un tope mensual de $18.800 y se acredita de forma automática en la cuenta bancaria donde la persona percibe sus ingresos, asignación, pensión o jubilación. Desde que comenzó fue utilizado por alrededor de 18 millones de personas.

La postura de Javier Milei, partidaria de eliminar o reducir impuestos, podría hacer suponer que este programa de la Afip tendría continuidad, aunque no hubo mención alguna en estos días al respecto. En plena campaña se había pronunciado en favor de mantener esa baja impositiva.

No obstante, la necesidad de recursos que tiene el Estado, que incluso impulsa el retorno del impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría, podría hacer que el nuevo Gobierno deje pasar el fin del beneficio sin opinar al respecto.

Compre sin IVA comenzó a funcionar en septiembre, fue instrumentado vía Ansés e iba a terminar el sábado 30 de diciembre. Sin embargo, la idea era, en un eventual gobierno de Unión por la Patria, continuarlo con fuerza de ley.

La medida electoralista fue pensada en un principio para beneficiar a más de 20 millones de trabajadores formales que cobraran $708.000, monotributistas, jubilados y pensionados que percibieran hasta seis haberes mínimos, y titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH), Tarjeta Alimentar o Potenciar Trabajo; luego fue extendido a un universo de más de dos millones de trabajadores informales.

Fuente: UNO Santa Fe