19.13 Una encuesta determinó que el 60% de la población se ubica en el llamado segmento “no grieta” y que será decisivo en las próximas elecciones; hoy exhibe un perfil más opositor que oficialista
Volveremos mejores, prometía Alberto Fernández cuando aún era un candidato presidencial que, si bien presentía su triunfo, sabía que debía seducir a los electores independientes. “Vamos a volver al poder con la enseñanza adquirida”, expresó ayer Mauricio Macri con la convicción de que, para el éxito de su coalición opositora en las próximas elecciones, deberá persuadir a una porción no menor de la ciudadanía que, pese a no comulgar con el kirchnerismo, le dio la espalda en 2019.
El denominador común de esas afirmaciones es la necesidad de conquistar a la mayor parte de un electorado que no se identifica hoy ni con Cristina Kirchner ni con Mauricio Macri y que los consultores de opinión pública definen como los votantes “no grieta”.
Un reciente estudio de la consultora Pérez Aramburú & Asociados se propuso monitorear la evolución de las percepciones de un vasto contingente del electorado que no se identifica con ningún extremo de la grieta; esto es, votantes cuyas preferencias políticas se alejan actualmente tanto de Cristina Kirchner como de Macri. Y una de sus conclusiones es que los “no grieta” mantienen un perfil más opositor, pero con una menor intensidad que los ciudadanos identificados con el expresidente y líder de Juntos por el Cambio.
El espacio “no grieta” agrupa, según ese trabajo, al 60% de la población. El 24% se autoidentifica como kirchnerista y, el 16%, como macrista.
De acuerdo con la radiografía realizada por la citada consultora, los “antigrieta” se ubican en todos los segmentos socioeconómicos. Conforman el 63% del nivel más alto, el 62% del nivel medio y disminuyen hasta el 55% en el nivel bajo.
Cuando se consulta a los “no grieta” sobre el principal problema de la Argentina, la inflación aparece en primer lugar, con el 17% de menciones, seguida por la corrupción, con el 16%, y por la inseguridad, con el 15%. Más atrás surgen la crisis económica (9%), la incertidumbre económica (9%) y el desempleo (8%). En consecuencia, sus mayores preocupaciones se concentran alrededor de la agenda económica.
Entre los ciudadanos identificados con el kirchnerismo, la inflación es por lejos la mayor inquietud, con el 34% de las menciones, en tanto que, entre los macristas, la corrupción (22%) y la inseguridad (17%) son los problemas más citados en primer lugar.
¿Cómo evalúa el segmento “no grieta” la situación del país? De acuerdo con la medición concluida el 25 de febrero entre 1409 ciudadanos de todo el país consultados mediante encuestas telefónicas (IVR), el 60% del grupo no identificado ni con Cristina Kirchner ni con Macri evalúa negativamente la situación general y solo el 12% lo hace positivamente.
Respecto de sus expectativas, predomina una tendencia pesimista en este grupo: el 49% considera que la situación general del país empeorará dentro de un año, apenas el 19% cree que será mejor, en tanto el 20% proyecta que será igual.
Consultado sobre la principal causa de la actual situación económica del país, el 42% de la población “no grieta” culpa al gobierno de Alberto Fernández; 17% responsabiliza al gobierno de Macri y el 25% la explica por el impacto de la pandemia de coronavirus a nivel mundial. El resto no sabe o no contesta.
El 59% de este segmento desaprueba la gestión de Alberto Fernández (dos puntos más que en noviembre último), mientras que el 25% la aprueba (cinco puntos menos que en la anterior medición).
Consultado sobre quién cree que toma las decisiones importantes dentro del Gobierno, una mayoría del 51% del grupo “no grieta” menciona a Cristina Kirchner, el 28% se inclina por el primer mandatario y el 21% dice que no sabe o no responde. Se advierten en este punto importantes diferencias con los ciudadanos identificados como kirchneristas, entre quienes el 80% considera que las principales medidas las toma Alberto Fernández y el 18% cree que la mayor responsable de ellas es la vicepresidenta. De todos modos, en el segmento afín al kirchnerismo, el porcentaje de quienes creen que es el Presidente el mayor decisor bajó siete puntos respecto de noviembre pasado. Entre quienes se identifican con Macri, el 78% juzga que las decisiones más relevantes las toma Cristina Kirchner y solo el 12% menciona al primer mandatario.
Al ser consultados sobre quién lidera ahora a la oposición, el 26% de los “no grieta” cita a Horacio Rodríguez Larreta, mientras que el 13% menciona tanto a Macri como a Patricia Bullrich y el 7%, a María Eugenia Vidal. Entre quienes se autoidentifican con el macrismo, también gana el jefe de gobierno porteño con el 26% de menciones, pero Macri asciende al 23%, Patricia Bullrich se queda con el 12% y María Eugenia Vidal, con el 7%.
En cuanto a la imagen de los dirigentes nacionales, en el electorado “no grieta” es Rodríguez Larreta, con el 46% de opiniones positivas, el más valorado, seguido por María Eugenia Vidal, con el 45%. El presidente Alberto Fernández tiene un 29% de valoraciones positivas, mientras que Mauricio Macri alcanza el 25% y Cristina Kirchner llega al 22%. Martín Lousteau tiene el 31% de opiniones positivas, en tanto que el liberal José Luis Espert alcanza el 20%.
De cara a las próximas elecciones legislativas, previstas para el 24 de octubre, el electorado “no grieta” señala en un 49% que estaría más cerca de votar por candidatos de la oposición, en tanto que el 25% refiere que estaría más cerca de apoyar a postulantes del gobierno nacional.
Al preguntarse más específicamente a los electores “no grieta” que prefieren a candidatos de la oposición sobre el partido o espacio que votarían, el 35% de ellos se inclinaría por Juntos por el Cambio, el 12% por partidos de derecha, el 12% por el peronismo no kirchnerista y el 11% por partidos de izquierda.
La conclusión del estudio es que seis de cada diez ciudadanos no se autoidentifican ni con Cristina Kirchner ni con Macri. En ese segmento, prevalece un perfil más cercano a la oposición que al oficialismo, pero eso no significa que Juntos por el Cambio pueda capitalizarlo electoralmente. Se trata de un segmento del electorado que se encuentra en la búsqueda de quién lo represente; que se muestra preocupado por la economía, la corrupción y la inseguridad, en ese orden, y que parece sentirse más atraído por dirigentes moderados y no involucrados en batallas extremas.
Por: Fernando Laborda para La Nación
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