El debate del próximo domingo tendrá un peso específico en la campaña electoral, superior al que tuvo en las otras dos oportunidades, previo a las PASO y las elecciones generales. Porque en esta instancia Sergio Massa y Javier Milei polarizarán al máximo con sus propuestas, sus reproches y sus chicanas. Tienen que presentar un modelo de país en unos pocos segundos y explicar el pasado reciente de cada uno. Siete días después uno de los dos será presidente.
El ministro de Economía se prepara junto al consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubí; el coordinador de comunicación de la campaña e histórico hombre fuerte de la comunicación massista, Santiago García Vázquez, y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos. Con todos ellos se entrenará este jueves y el sábado.
Los tres lo acompañan desde el inicio del proceso electoral y le han dado pautas concretas sobre lo que entienden que la gente está pensando, sintiendo y pidiendo, según los focus group y encuestas que llegan al búnker de Unión por la Patria (UP) con frecuencia. Información y percepción entrelazadas con estrategias de comunicación.
En línea con el camino que viene transitando después de las elecciones primarias, Massa tratará de exponer la inviabilidad de las ideas del candidato libertario. Sobre todo hacer hincapié en las propuestas más polémicas de Milei y sus dirigentes como la dolarización, la aplicación de un sistema de vouchers en los colegios, la portación legal de armas o la comercialización de órganos.
Viable o inviable. Estabilidad o descontrol. Seguridad o abismo. Unidad nacional o nueva grieta política. Esa será la propuesta de Massa en el debate del domingo en la Facultad de Abogacía de la UBA. “Lo de Milei es inestable y caótico”, advierten en el entorno del ministro, donde reafirman el enfoque de que en pocos días “se vota la personalidad de un presidente” y cuál de las dos “es más pertinente para llevar la gestión adelante”.
Además, entienden que en esta elección se ponen en juego la trayectoria que tiene cada uno, las vinculaciones, la experiencia en la gestión del Estado y la capacidad para lograr consensos en un escenario político fragmentado. En definitiva, creen que el candidato de UP tiene la mayoría de esas virtudes y que deben quedar expuestas frente a una audiencia que, estiman, será grande.
También tratará de exponer las incongruencias del acuerdo entre Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich, que hizo detonar a Juntos por el Cambio y que abrió la puerta de La Libertad Avanza (LLA) por la que varios legisladores recién electos se escaparon. Todos con críticas al pacto con el ex presidente, al que consideran parte de la casta política que el economista prometió combatir pero con la que, finalmente, se terminó uniendo.
En el peronismo entienden que la alianza entre Macri y Milei generó “un gran desconcierto en la sociedad” porque mezcló la propuesta nueva del libertario con una que ya gobernó la Argentina y que no terminó bien, como fue la que llevó adelante el ex presidente. Entonces, advierten, el pacto político le terminó generando confusión al votante que aún no tiene definido a quién elegirá en el balotaje.
“Milei va resquebrajar el tejido básico de la sociedad. Genera miedo su inestabilidad”, resaltan en el massismo, desde donde adelantan que en el debate Massa hará hincapié en los 10 puntos para tener un gobierno de unidad nacional que expresó ayer en sus redes sociales. Consenso, diálogo, acuerdos, previsibilidad, federalismo y final de la grieta política. Esos serán los temas por los que navegará el ministro.
Massa seguirá en su línea de campaña prolija y sin sobresaltos. Sereno y con convicción. En definitiva, es esa la imagen de futuro presidente que ha buscado construir a lo largo de la campaña. Tono moderado y respuestas cortas. Todo está pensado. Desde hace tiempo. Es el contraste con los modos y las expresiones de Milei. Blanco y negro bien definido.
El ministro volverá a referirse a su intención de cambiar planes sociales por empleo, detallará los beneficios impositivos que tendría el empleador en esos casos y mostrará cómo piensa armar “un estado eficiente”. Seguirá en la línea de no dar nombres propios, pero es posible que adelante cómo piensa diagramar la estructura del Estado y del gobierno nacional a partir del 10 de diciembre.
Hoy, junto al ministro de Turismo, Matías Lammens, presentará en Misiones cómo piensan el plan de turismo de los próximos 4 años. El objetivo es llegar a los 10 millones de turistas internacionales que, según explican en el Gobierno, generaría el ingreso aproximado de 28 mil millones de dólares. También proponen aumentar la conectividad aérea, bajar las tasas aeroportuarias, aumentar la organización de eventos deportivos y lograr que haya un vuelo directo desde Argentina a China, entre otras propuestas.
Massa quiere mostrar en el debate las razones por las que él puede ser el conductor de una nueva etapa. Un cambio respecto a la gestión en la que está inmerso. Modificaciones en la gestión, en las políticas públicas y en la identidad ideológica. En el massismo adelantan que en un posible gobierno habrá menos ministerios para poder tener un esquema de gestión más compacto.
Al igual que en los últimos debates, el candidato de UP volverá a hablar de su propuesta de seguridad empleada en Tigre y de la agencia contra el delito trasnacional que quiere instalar. También hablará del impulso que le quiere dar a carreras cortas que tengan salida laboral. Propuestas y tranquilidad. A eso apuntará.
Massa también está preparado para enfrentar la posibilidad de que Milei intente pegarlo a la causa de espionaje ilegal en la que están involucrados el diputado kirchnerista Rodolfo Thailade y el funcionario de La Cámpora Fabián “Conu” Rodríguez. En ese sentido en el entorno del ministro fueron contundentes: “Sergio aparece en la lista de dirigentes a los que espiaron. No es la primera vez que se lo hacen y ya lo ha denunciado. No tiene ningún sentido que lo traten de involucrar“. Fuente: Infobae
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