18.36 Aerolíneas Argentinas es una de las principales cajas de La Cámpora que conduce Máximo Kirchner. Desde fines del 2019 viene aumentando su participación. Un decreto de diciembre pasado agrava la situación. Una de las compañías low cost envió al Gobierno una dura carta ante prácticas monopólicas
La protesta gremial en Aerolíneas Argentinas, que perjudicó a miles de pasajeros, es un eslabón más de la fuerte disputa que existe por el manejo de la compañía de bandera. La Cámpora, que conduce Máximo Kirchner, viene controlando la empresa desde diciembre del 2019, a través del actual presidente Pablo Ceriani, un dirigente de esa agrupación. Desde entonces, conviven en una alianza con el líder sindical del sector, Pablo Biró.
Sin embargo, desde hace meses, la relación entre las partes no es la mejor, como informó MDZ semanas atrás. Uno de los motivos de las actuales diferencias es la política con las compañías low cost. El gremialista pretende la desaparición de todo tipo de competencia en el mercado de cabotaje y limitar al máximo las operaciones internacionales de otras aerolíneas. En ese sentido, responsabiliza a las actuales autoridades de mantenerlas operativas.
En este contexto, a fines del 2021 se modificaron las reglas de juego en el negocio aéreo que pone en jaque a la competencia en el mercado.
Una de las aerolíneas afectadas, envió días atrás una dura carta al ministro de Transporte, Alexis Guerrero, advirtiendo el perjuicio que genera para las empresas que operan en el país este giro político.
La compañía Flybondi denunció el impacto negativo, en cuanto al precio de los pasajes como al nivel de actividad, que tiene la entrada en vigencia del decreto 879/21 conocido a fines del año pasado.
La extensa nota enumera una serie de beneficios que se registraron hasta el 2019 con la política de apertura de los cielos dispuesta por el gobierno anterior. Por ejemplo, detalla que la compañía transportó 4.000.000 de pasajeros, de los cuales 800.000 lo hicieron por primera vez. Esto se debió a la incorporación de sectores que antes no podían acceder a un avión por el alto valor de las tarifas.
Con esa desregulación aérea, los pasajes fueron más accesibles y se abrieron nuevos destinos, aumentando la conectividad del país al llegar a lugares que antes no tenían oferta aérea.
El decreto en cuestión, según Flybondi, echa por tierra esa política y es una herramienta para aumentar la concentración del sector en manos de Aerolíneas Argentinas.
Un ejemplo es la implementación de bandas tarifarias que elimina las posibilidades de competencia y tiende a aumentar los precios de los pasajes en perjuicio de los usuarios. Además, aclara que este sistema no favorece ni genera la reducción de las pérdidas económicas ya que el otorgamiento de beneficios a los consumidores no va en desmedro de la sustentabilidad de las compañías.
Otro de los puntos cuestionados es la prioridad de Aerolíneas Argentinas en las rutas internacionales cuando tenga capacidad operativa. Esto significa que ante la solicitud de una empresa extranjera de volar una nueva ruta desde la Argentina, primero se consultará a la línea de bandera si quiere prestar ese servicio. Sólo en caso negativo, se habilitará a la otra compañía.
Flybondi remarca que esto generará trabas al crecimiento de la competencia, incremento consecuente de precios por ser el único operador y, por ende, limitación de la accesibilidad a servicios aerocomerciales, además de reducir la creación de empleos en Argentina.
Además de incrementar los precios a los usuarios, reduce drásticamente la generación de ingresos en dólares para los demás operadores aerocomerciales de bandera nacional, advierte la compañía low cost.
También plantea que la derogación del Decreto 49/2019 implica la incorporación de barreras de entrada a la prestación del servicio de rampa, fortaleciendo la prestación de un solo prestador, lo cual conlleva inevitablemente al incremento de las tarifas. En ese sentido, señala que el beneficio de esta eliminación es exclusivo para la empresa Intercargo y el sindicato que representa a sus empleados.
De la mano del senador camporista Mariano Recalde, ex titular de Aerolíneas Argentinas, y de Biró, el dominio del mercado por parte de la línea de bandera viene en aumento. Esto significa que también los fondos a manejar sean más grandes. Si bien el cargo de presidente lo ocupa Ceriani, se trata de un hombre de confianza de Recalde. Obviamente, también de Cristina Fernández de Kirchner y de Máximo. Sólo en 2021, la empresa estatal recibió $63.500 millones.
Antes de que Alberto Fernández asumiera la presidencia, Aerolíneas Argentina concentraba el 62,7% del mercado de cabotaje, según los datos del 2019. El cierre de las operaciones del 2021 muestran que del total de los pasajeros transportados dentro del país, 71,2% viajaron por la compañía estatal. En sólo dos años, ganó casi 10 puntos de mercado.
La gran ganadora de esta concentración de operaciones fue Aerolíneas Argentinas. También las low cost Flybondi y JetSMART vinieron creciendo su participación. Esto fue consecuencia de la salida de Latam.
Quienes conocen el sector aerocomercial sugieren que el crecimiento momentáneo de estas dos aerolíneas sirvió para no hacer tan evidente el camino monopólico al que apunta Aerolíneas Argentinas. Sin embargo, el reciente decreto parece apuntar al control total del cabotaje y restringir la competencia internacional.
Lo paradójico es que Aerolíneas Argentina, por cuestiones técnicas, no tiene operativa toda su flota de 80 aviones, por lo que no puede, en la práctica, crecer más. La consecuencia directa de esta situación es el aumento de los pasajes al no tener posibilidad de incrementar la oferta de vuelos.
Las low cost, con muchos menos aviones, logran un volumen operacional proporcionalmente mayor. (MDZ)
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