El dato fue confirmado a Diario Textual por Oscar Alpa, rector de la UNLPam y quien era -hasta la asunción de Milei- el secretario de Políticas Universitarias de la Nación, a cargo de las negociaciones.
Poco después del balotaje, el Ejército expresó en el expediente que se abrió en la Administración de Bienes del Estado (ABE) que no va a reintegrar el edificio que ocupa desde hace cuatro décadas. Actualmente hay unos 400 oficiales, suboficiales y soldados que dependen de la X Brigada Mecanizada.
Claramente fue un giro en su posicionamiento. “Veníamos teniendo conversaciones para que se pudiera concretar (la entrega), pero inesperadamente luego de la segunda vuelta nos dijeron, por nota, que no devolverán el edificio”, contó Alpa a Diario Textual.
En diciembre de 2020, el Gobierno nacional abrió, por primera vez, la posibilidad de devolver al Estado provincial el edificio de la ex Escuela Hogar de Santa Rosa: el entonces ministro Agustín Rossi dijo que “el camino” para que “vuelva a manos de la provincia” era que se ampliaran las instalaciones del Regimiento de Toay, para de esa forma trasladar la X Brigada Mecanizada.
La ex Escuela Hogar Nº 141 está ubicada en la calle Raúl B. Díaz al 1075. Fue una obra financiada por la Fundación de Ayuda Social Eva Duarte de Perón e inaugurada en el año 1955 bajo la denominación Hogar Escuela General Juan D. Perón. Llegó a albergar hasta 1.000 niños de Santa Rosa y de otros puntos de la provincia.
En la dictadura militar, el lugar fue desalojado. Sus autoridades y algunos de sus proveedores fueron detenidos en marzo de 1978 por “subversión económica”. Quedaron a disposición de la Subzona Militar 14 y juzgados por “malversación de fondos”, luego de sufrir una prolongada permanencia en prisión. Entre 1981 y 1982 desembarcaron los militares.
El predio hoy está ocupado por unos 400 militares y soldados voluntarios de la Compañía de Ingenieros Mecanizada 10 y la Compañía de Comunicaciones Mecanizada 10.
Desde hace unos veinte años, ha habido numerosos reclamos para que el lugar sea devuelto a la sociedad. Tanto de exalumnos, exdocentes, vecinos y dirigentes del oficialismo y de la oposición. Incluso hace unos años se conformó una asamblea autoconvocada que reclamó por el edificio.
Una de las iniciativas más ambiciosas fue presentada por el rector de la UNLPam, Oscar Alpa, al intendente santarroseño Luciano Di Nápoli. Este, a su vez, se lo trasladó en su momento al entonces ministro Rossi. Posteriormente, ya como funcionario nacional, Alpa siguió el trámite con atención.
El proyecto consistía en el traslado de algunas de las facultades de la UNLPam a ese lugar. También del comedor universitario. Incluso Alpa planteó que el predio podría ser ocupado por talleres dictados por la municipalidad y hasta la Provincia podría instalar el Instituto de Formación Docente.
“Hubo conversaciones avanzadas para que pudiera recuperarse la exescuela. A nivel local, con autoridades de la X Brigada y, en Nación, con el Ejército”, dijo Alpa.
Las autoridades de la X Brigada le reconocieron, en su momento, que preferían retirarse de la exescuela y asentarse en Toay. Entre otros puntos, para tener una mejor comunicación y logística.
“Desde el Ministerio de Educación de la Nación se habían comprometido a financiar unos 4 mil metros cuadrados (el equivalente a la escuela hogar). Incluso se habló de la creación de un fideicomiso para que el Ejército pudiera administrar los fondos (de Educación), hasta avanzar con la obra y no perder poder adquisitivo”, dijo Alpa. Sin embargo, esas negociaciones se cayeron recientemente. (Diario Textual)
Comentarios