El presidente Alberto Fernández sostuvo que la crisis de la salud mental "está atravesando un momento único" no sólo en Argentina sino también en el mundo, lo cual "obliga a prestarle atención", a la par que destacó las acciones puestas en marcha por su Gobierno para abordar esa problemática sanitaria, sobre todo después de la pandemia de coronavirus, al encabezar en Tecnópolis la jornada inaugural del Primer Encuentro Nacional de Salud Mental (ENSM).
El jefe de Estado señaló que el foco puesto por la administración que encabeza fue reforzado en 2022, a partir de la implementación de la Estrategia Federal de Abordaje Integral de la Salud Mental con el propósito de "cambiar el tratamiento que (en materia de) la salud mental (el sistema de salud) venía dando hasta ahora a los argentinos" a fin de "salir de esa lógica manicomial de encierro y atender al enfermo mental como un enfermo que se puede recuperar, que puede volver a la convivencia social".
Fernández habló este martes al encabezar junto con la ministra de Salud, Carla Vizzotti, la jornada inaugural del ENSM, que durante dos días reúne en Tecnópolis a autoridades, especialistas, referentes, organizaciones y trabajadores de todo el país para avanzar en la plena implementación de la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657.
El objetivo del encuentro, que se desarrolla desde la mañana y finalizará este miércoles, "es promover el diálogo, la reflexión colectiva y la construcción de consensos entre todos los actores que conforman el campo de la Salud Mental en Argentina, evaluando el camino recorrido en materia de transformación de las prácticas desde el modelo manicomial hacia uno de base comunitaria, trazando los desafíos a encarar en los próximos años".
El Presidente recordó que, durante la vigencia del anterior paradigma en salud mental, "construimos, en tanto sociedad, lugares espantosos como la Colonia Montes de Oca, que eran lugares de olvido, de abandono de personas enfermas psiquiátricamente hablando", donde los arrumbábamos en grandes galpones, donde todos dormían, no eran dueños de su intimidad (y eran) permanentemente medicados para tenerlos tranquilos".
Ante esta situación, Fernández recordó que en ese tiempo la salud mental "era un tema tabú para las familias y la sociedad", por lo cual abogó por "cambiar el abordaje" de la cuestión en Argentina" y exhortó a "hablar porque si no, no lo vamos a resolver".
"Lo primero que tenemos que hacer es darnos cuenta de cómo actuamos, lo mal que hicimos", y lo segundo es tener conciencia de que "nos pasó una catástrofe que fue una pandemia que alteró la salud mental de todos y a todos nos puso en alerta y a todos nos ha sensibilizado mucho más, todos sentimos que el riesgo se ha potenciado y que nuestra inseguridad es mucho más alta", apuntó.
Señaló el presidente que "aunque no nos damos cuenta, somos sobrevivientes de una pandemia", la cual no fue un caso argentino, sino mundial, un caso universal", el cual "fue alterando nuestra seguridad. nuestra tranquilidad, nuestra paz íntima" al pensar que "todo podía ser efímero, pues ya no se morían los viejos, se podían morir los jóvenes", los pobres, los ricos, cualquiera se podía morir".
Como secuela de esa situación, el Presidente señaló que en un reciente informe de la Confederación Farmacéutica Argentina dio cuenta que "los sedantes en el último año en Argentina aumentaron un 10% sobre ventas", pero que desde "la pandemia hasta hoy aumentaron sus ventas los antidepresivos los antipsicóticos, los hipnóticos y los sedantes".
Por ello, "el deber que tenemos como sociedad y el deber que tiene un gobierno es sacarles esa sensación de debilidad y de desprotección que tienen y devolverle seguridad devolverle firmeza devolverle confianza devolverles tranquilidad" y que "para salir del desánimo hay que ponerse de pie, levantarse, caminar y tener un estado que lo ayude a hacerlo, que es precisamente lo que estamos encarando", afirmó Fernández. (Télam)
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