Las imágenes de los últimos días con largas colas de autos para cargar combustible, peatones con bidones para abastecerse sin demoras y estaciones sin suministro calaron hondo en el oficialismo y, después de la reunión de la Secretaria de Energía con las empresas refinadoras, el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, lanzó una dura advertencia a las compañías: "Si el martes a la noche no está resuelto, no van a poder sacar un barco", en referencia a la posibilidad de exportar.
En YPF informaron que el mismo viernes habían empezado a descargar barcos con combustible y mañana se sumará otro de Shell, con lo que el expendio podría comenzar a normalizarse en los próximos días. Son parte de los 10 que el sector había acordado importar con la secretaria de Energía, Flavia Royón. "Está en proceso logístico la bajada de barcos con combustible. Hay que ver cómo esto va regularizando la situación y cuándo llegan los restantes. La situación tenderá a descomprimirse a medida que esos barcos entren. Ojalá suceda a la brevedad y las medidas adoptadas por el Gobierno sean fructíferas por el bien de todos", dijo una fuente del sector que prefirió no ser nombrada.
En teoría, para pagar los barcos, las refinadoras accederían a dólares oficiales, aunque no se descarta que las sumas pasen a engrosar la deuda comercial del sector privado. "Nadie quiere enfrentarse con el posible próximo Presidente", decían en "Estricto off", en referencia a Massa. La situación volvió a desencadenar críticas de la oposición. De Javier Milei, por lo pronto. "Primero controla precios... Luego aparece el desabastecimiento. Después alude a una alta demanda por los éxitos de la política económica; frente al ridículo, decide optar por la vía violenta para forzar la oferta", posteó ayer en X el candidato de La Libertad Avanza, que el sábado se sacó fotos en una estación de servicio.
Massa aprovechó su estancia en Tucumán, adonde fue a la jura del gobernador Osvaldo Jaldo, para dejarles la advertencia de que abastecieran. "La Argentina ha batido récord de producción de petróleo este año. Pero, además, las petroleras tienen una particularidad: tienen beneficios impositivos para importar bienes para producir, para importar insumos que se venden en las estaciones de servicios, para importar todo lo que es combustible que falta y no pagan impuestos, que por ahí pagan otras empresas. Tienen además tipo de cambio diferencial para exportar y viven un momento muy particular porque la guerra de Ucrania y la guerra de Israel llevaron los precios internacionales a valores muy importantes. Lo que les quiero decir a las petroleras es que a mí me encanta que ganemos mercados, que vendamos petróleo argentino al mundo, que cumplamos nuestra oferta comercial, pero primero los argentinos", apuntó.
"Hace 15 días empezaron con los cupos porque decían que hacía falta un aumento de veinte, cuarenta por ciento en los precios. Después empezaron con los cupos porque tras la Elección había una devaluación. Y ahora porque vence el acuerdo de precios. Quédense tranquilos que tengo el coraje y voy a enfrentar a aquellos que especulan con el bolsillo de la gente. Si me tengo que pelear para defender la capacidad de transporte y el laburo, lo voy a hacer. Así que hasta el martes a las 12 de la noche tienen tiempo", agregó.
El sábado, en declaraciones a Radio Provincia, Royon dijo que en dos o tres días se iba a normalizar la provisión de combustibles y señaló que el faltante se había registrado por "un fin de semana largo, con mucha actividad, mucho movimiento turístico que presiona sobre la demanda".
También advirtió que en medio del calendario electoral "había un ruido de una devaluación y aumento de precios que hizo que quien podía fuera a cargar combustible y presionó la demanda". "Se generó una psicosis de ir a cargar el tanque. Si todos salimos a cargar el tanque pensando que no va a haber combustible, genera una fuerte presión".
La funcionaria indicó que el faltante más importante se había dado en las provincias limítrofes y que las estaciones de YPF habían sido las más afectadas "porque tomó la decisión de mantener más abajo los precios, y eso quebró su stock". Desde el congelamiento de precios de combustibles a fines de agosto -después de meses de actualizaciones que corrían por detrás de la inflación-, sólo YPF logró mantener prácticamente sin cambios sus valores en surtidor, con excepción del incremento de 3% del lunes pasado. El resto de las refinadoras aplicó al menos tres aumentos de 2,5%, lo que hizo crecer aún más la brecha de precios entre la empresa con participación estatal y su competencia. Sólo en la Ciudad de Buenos Aires, en algunas estaciones hay más de $ 30 de diferencia por litro de nafta, mientras que en el interior la brecha es mayor.
A esa brecha se suma el desfase de precios con el exterior, ya que el litro de nafta y el de gasoil es mucho más económico en la Argentina que en los países vecinos.
Fuente: La Nación
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