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Cambia todo cambia… en la naturaleza, la demografía y la tecnología

10.51 La unión de la biología y las ciencias de la información generan avances de una magnitud totalmente fuera de las escalas históricas.

Fernando Vilella. La composición de gases de la atmósfera cambió y cambia, la inicial tenía altas concentraciones de dióxido de carbono (CO2) de al menos unas 50 veces más altas que hoy, las otras fracciones eran nitrógeno y vapor de agua pequeñas cantidades de monóxido de carbono y gases de azufre, una pequeña proporción de ácido clorhídrico e hidrógeno, pero sin oxígeno en el aire hasta que la fotosíntesis generada por los microorganismos procariotas lo liberaran y comenzará a aumentar en la atmósfera.

El metabolismo que requiere oxígeno, llamado aeróbico es más eficiente energéticamente que los que no lo requieren, pero fueron los anaerobios originales desde hace unos 4.000 millones de años, los que al liberar oxígeno crearon nuevas posibilidades para que la vida explotara, generando la que hoy conocemos y de la que somos parte.

Aquel CO2 disminuyó en la atmósfera por precipitar como carbonatos y sobre todo por la acumulación de los microorganismos muertos que forman el carbón, gas o petróleo y es el que hoy se está liberando al quemarlos. Esto cambia el balance energético de la atmósfera a partir del llamado efecto invernadero que se produce porque esos gases impiden la pérdida de energía acumulada por el calentamiento del sol. Eso en el equilibrio que tuvimos hasta la revolución industrial es muy beneficioso ya que regula la pérdida de energía, si no las temperaturas nocturnas serían muy bajas. La vida que conocemos estaba en equilibrio con esas temperaturas que sí tal como ocurre actualmente aumentan, se rompe. Imaginemos que con 50 veces más gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, las temperaturas eran mucho mayores. La acumulación de O2 también condujo a la formación de la capa de ozono estratosférica, con importantes consecuencias en la protección frente a la radiación ultravioleta. Cambio y cambia mucho.

La fotosíntesis, ese elemental proceso fisiológico, que a partir de 6 moléculas de CO2 y 6 de agua se genera una molécula de glucosa y 6 de oxígeno es la base energética a partir de la cual se sostienen el resto de la fisiología.

En este siglo de la biología y las ciencias de la información, cuando ambas se unen, generan avances de una magnitud totalmente fuera de las escalas históricas. Por ejemplo, en estos días, se anuncia que el grupo Google liberó una base de datos donde se describen las estructuras de un número enorme de las proteínas que los seres vivos han generado en su evolución, son 200 millones diferentes de proteínas, correspondientes a 1 millón de especies. El algoritmo diseñado por la compañía las describe en 3D ya que la estructura espacial es muy importante en la funcionalidad de las mismas. Estas se conforman a partir de solo unos 20 aminoácidos, los hay pequeños con entre 50 y 100 aminoácidos, y otras son enormes, con 1.000 a 1.500, o incluso más y son la consecuencia de la evolución a través de miles y miles de años, conocerlos enormes oportunidades en muchos temas importantes como la sostenibilidad, el combustible, la seguridad alimentaria y las enfermedades desatendidas.

Según los creadores del proyecto AlphaFold es un impulso hacia la “biología digital”, donde la Inteligencia Artificial y los métodos computacionales ayudarán a comprender y modelar algunos procesos biológicos importantes. Estas tecnologías cambian profundamente el ritmo de los cambios tecnológicos y su uso exponencial.

Otro cambio relevante es el demográfico que genera un gran desafío para las tecnologías productivas para producir más, con menos impacto, sin avanzar sobre nuevas superficies productivas y bajando el uso de insumos por unidad producida. Recordemos que en 1960 la población mundial era de 3.000 millones de personas, se alcanzan los 5.000 millones en 1987, en 1999 los 6.000 millones y en octubre de 2011 los 7.000 millones de personas, hoy ya casi 8.000 millones y se espera que la población mundial aumente en 2.000 millones en los próximos 30 años, llegando a los 9.700 millones en 2050, pudiendo llegar a un pico de cerca de 10.500 millones para 2100.

Pero lo que cambia y mucho es donde estarán los mayores cambios demográficos, África es la región del mundo que más crece, hoy es el 25% de Asia y pasará a casi tener la misma población, pasando de los actuales 1.400 millones a más de 3.900, es decir multiplicando por 2,88. En 2100 China llegará a un valor de cerca de la mitad actual. Para dimensionar lo de África, entre los diez países más poblados Nigeria será segundo pasando a China, el sexto la República Democrática del Congo, y le seguirán Etiopía, Egipto y Tanzania, cinco de diez, cuando hoy solo está Nigeria en el puesto 7.

Es relevante que en África y Asia no tienen condiciones mínimas tecnológicas y empresariales para generar los alimentos necesarios para esa población. Y eso involucra no solo cantidades sino también alimentos cada vez más exigentes en calidad nutricional y por lo tanto en requerimientos técnicos y ambientales.

Nada permanece estático e igual, cambia la atmósfera, las tecnologías, la población y sus requerimientos, los énfasis en cómo modificarlas y también las respuestas que los sistemas productivos deben asumir. Entender esos cambios y generar las respuestas adecuadas es relevante. En el siglo XIX los dirigentes argentinos que recorrieron y conocieron el mundo y su dinámica lograron ajustarse a ello y ser exitosos.

Hoy el mundo es totalmente diferente, ojalá volvamos como sociedad a entenderlo y actuar en consecuencia en beneficio de toda la sociedad y cambiar.

Cambia lo superficial, lo profundo, el modo de pensar, cambia todo en este mundo. (Clarín)

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