Un error en el convenio firmado con Vialidad pudo ser catastrófico y dejar sin realizar esta importante obra de vinculación. Gracias a un denodado esfuerzo de parte de instituciones de la ciudad pudieron salvar esta licitación. Desde el ente nacional reconocieron el error y confirmaron que los fondos llegarán a Rafaela para realizar la obra.
No por nada los funcionarios, gremialistas y representantes de distintas entidades de la ciudad se jactan de la gran importancia de la vinculación de las instituciones públicas y privadas de Rafaela en esa mancomunidad por buscar el desarrollo ecuánime, fuera de cualquier sentido egoísta, sino más bien como un altruismo social, que indudablemente potencia todos los aspectos. Esta vez debemos dar gracias a esta vinculación y su trabajo en pos de la ciudad, para destrabar una situación compleja que se venía dando con una licitación fundamental para Rafaela, como lo es la obra de pavimentación del Camino Público Nº 6.
Para desmenuzar lo comentado en el párrafo anterior no podemos dejar de darle un marco a toda esta situación, así poder entender cómo llegamos hasta este punto. Tal cual es conocido por los lectores recurrentes de Diario CASTELLANOS, desde hace tiempo que el sector público y privado vienen insistiendo en la posibilidad de desarrollar esta obra de vinculación entre el sector productivo y lo que es la autopista de la Ruta 34, comúnmente conocida como Variante Rafaela. Aspecto que se materializó con la firma de un convenio entre Vialidad Nacional y la Municipalidad de Rafaela, comprometiéndose a la llegada de fondos nacionales para ejecutar la misma. En septiembre del año pasado se produjo la apertura de sobres para conocer los oferentes interesados en realizar esta obra, donde propios y extraños quedaron sorprendidos debido a las diferencias abismales entre los precios oficiales y los presentados por las empresas constructoras. Incluso CASTELLANOS barajó la posibilidad de que dicha licitación se caiga debido a esta gran diferencia.
Las ofertas fueron analizadas por parte de la secretaría de Obras Públicas de la ciudad y que inclusive con las predeterminaciones de precios se enfatizó que la diferencia continuaba siendo realmente importante y siquiera podía ser zanjada por el suplemento del 20% extra que permite la ley de obra pública. Gestiones de por medio y un análisis pormenorizado realizado por ACDICAR y UTN pudieron ser la clave para destrabar esta situación.
La conclusión del informe
Paralelamente mientras la secretaría de Obras Públicas de la ciudad realizaba el análisis de los oferentes desde el CCIRR se realizó un convenio entre ACDICAR y la UTN para analizar los números, donde se desglosaron uno a uno todos los ítems. Este desglose trajo aparejado un contundente informe, donde se señaló que no se encontraron errores en la cotización de los materiales o mano de obra, los cuales se encontraba bien calculado, mientras que por otro lado, la diferencia se hizo presente en el coeficiente de resumen.
Para aclarar este punto, según lo explicado a Diario CASTELLANOS por el ingeniero Gabriel Gentinetta, responsable de la Comisión de infraestructura de la gremial empresaria y ex presidente de la Agencia ACDICAR detalló que al momento de cotizar una obra se tienen en cuenta diferentes ítems. Esto significa un cálculo concreto en lo que son los elementos necesarios y el valor correspondiente de los materiales como asfalto, hormigón, piedra, arena, mano de obra, acarreo, máquina y los demás puntos. Luego de desglosar todo esto se hace el cálculo y se determina el valor de la obra.
Todo esto se ve afectado por un coeficiente de resumen, que son los gastos indirectos, los imprevistos, la ganancia que desea tener la empresa sobre los números reales y ese coeficiente de resumen lo sugiere vialidad. «El error pasa por lo que nosotros planteamos el primer día y es que Vialidad no consideró en el coeficiente de resumen los gastos financieros, entonces no hay forma de que si no son incluidos estos costos que tenemos ahora, que ronda el costo del dinero entre un 7 u 8% mensual, si no agregamos este punto no hay forma de que la obra se pueda hacer ya que por más que contemos con los valores totalmente bien hechos y actualizados, si una licitación demora 4 meses, un 7% mensual por los cuatro meses que dura la parte administrativa hasta su adjudicación suman un 28%, más todos los ítems analizados».
El informe de UTN y de la Agencia ACDICAR que llegó a Vialidad, reconoció que esta obra no se podría adjudicar si no se incorporan los costos financieros. Este aspecto fue contemplado por Vialidad y reconocieron que están en lo cierto y que este mismo error hizo peligrar la licitación y su posterior adjudicación.
Pasos a seguir
Según el ingeniero Gabriel Gentineta, este aspecto fue clave para poder destrabar la situación ya que con el estudio en mano y presentado ante las autoridades del ente Nacional, los mismos reconocieron el error y mostraron su compromiso en enmendar la situación. Ahora cabe esperar a ver cuál será el paso posterior, si se realiza una adenda del convenio o se procede a la firma de uno nuevo. Fuera de esto cabe resaltar dos aspectos fundamentales. El primero y más importante es que la ciudad no deberá ir nuevamente a pedir presupuesto, reconsiderar estas partidas presupuestarias o ir al congreso. Por otro lado cabe aclarar también, que el ente nacional terminará aumentando la partida presupuestaria. «El riesgo más grande que veíamos desde el Centro Comercial era de que nos quedemos sin el dinero, pero esto ya fue asegurado y el dinero va a estar, está comprometido de que sea así, según lo que le manifestaron a los funcionarios».
Los plazos
Ahora serán meses de muchas definiciones respecto al futuro particular de esta obra y en este sentido, el ingeniero, a modo de opinión y sin contar con una información oficial al respecto reconoció que a su entender «se volverá a llamar a licitación ya que es lo que yo haría como funcionario público, para cubrirme administrativamente. Si se firma rápido el convenio o la adenda, lo que nosotros estamos pidiendo desde el Centro Comercial es que sea convenio o adenda se pueda presentar junto con el llamado a licitación, total ya se encuentran el análisis y los pliegos. Con lo cual si este nuevo convenio se firma en febrero y se llama a una nueva licitación, en marzo, abril o mayo ya debería estar adjudicada» detalló.
Recordar que los trabajos que se plantean para este especio, según los pliegos licitatorios, demanda de alrededor de 6 meses de demora. «Estimamos que de darse todo como corresponde y si se firma en febrero, ya en el mes de mayo debería estar la obra en marcha y que es más o menos la fecha que se estima para la finalización de la variante, estaríamos, demorados, pero dentro de plazos que serían tolerables, ya que el miedo más grande es que se caiga la partida presupuestaria y por lo tanto la obra. Es preferible esperar 4 o 5 meses y no que se sigue analizando algún improbable. El proseguir es un tema administrativo que se está resolviendo, que puede llegar a darse con la actualización del convenio o llamando a una nueva licitación» finalizó el ingeniero y responsable de infraestructura del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, Gabriel Gentinetta.
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