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Una historia de lucha y superación que necesita de la ayuda de todos

Eli es una joven de 32 años que padece cáncer en etapa terminal, pero lejos de rendirse está peleando por su vida y por mejorar la de sus hijos, principalmente la de su hija Luz, de 14 años, que padece mielomeningocele, fue operada varias veces y necesita de cuidados especiales. Conocé el crudo relato de dos luchadoras.

En el día a día, todos nos quejamos de cosas de las que renegamos, el aumento de esto o lo otro, que el perrito del vecino hace sus necesidades en mi vereda o que me rompieron la bolsa de la basura; pero todas esas cosas, aunque representen mínimos problemas, son pavadas comparadas con problemas realmente graves, como los de salud.

Un ejemplo de esto es la historia de Eli, una joven de 32 años, madre soltera de dos hijos de 14 y 13 años; que padece cáncer metastásico en etapa terminal y tiene una hija con mielomeningocele, una dura enfermedad que requiere de mucha atención.

“Yo hace 7 años que estoy padeciendo cáncer, empecé con un cáncer inicial de mamas, ahora estoy con cáncer metastásico avanzado óseo, en la parte de los huesos ya bastante avanzado, en etapa terminal; y bueno, tengo a Luz, mi hija, que tuvo una cirugía recientemente, gracias a Dios y al apoyo de toda la gente. Ella tuvo un avance importantísimo, porque tenía la médula anclada, la cirugía fue para desanclar la médula. Hubo algunos inconvenientes en la cirugía, cuando entraron, la médula no solamente estaba anclada, también estaba pegada a lo que era la pared de la vejiga. Lograron, desanclar la médula, despegarla. Fue una cirugía que llevó mucho más tiempo del requerido, pero gracias a Dios se recuperó gran parte de la médula, que era lo que se esperaba recuperar, no se perdió líquido. Luz ahora recuperó, a partir de esa cirugía, un poco de sensibilidad, que era lo que no tenía. Siente, por ejemplo, ahora el tema de poder ir al baño. Si bien sigue necesitando sondas, pero ahora tiene la sensibilidad para detectar si llega algún tipo de infección o algo, gracias a Dios. El tema de las piernas también, recuperó bastante sensibilidad. La verdad que con la cirugía hubo un progreso bastante grande”, relató la protagonista, Eli, en diálogo con CASTELLANOS.

Todo eso fue posible gracias a la gran ayuda de mucha gente y un grupo de amigos que colaboran organizando ventas de pollos y otras medidas para ayuda. Por ejemplo, con eso se logró recaudar para cubrir dos meses de sonda, además de los gastos de la cirugía de Luz.

Ahora, Eli también tiene que realizarse una cirugía, en la que tiene que sacarse los ovarios para poder seguir con un tratamiento y dejar de tener que ponerse un inhibido, según contó. Ella actualmente tiene 32 años, pero el cáncer la visitó cuando apenas tenía 25, apareciendo en las mamas. Con los años fue avanzando poco a poco y fue tomando parte de los ovarios. Debido a esto le hicieron una cirugía, pero terminó cayendo en manos de irresponsables, dado que fue mal realizada e hizo que todo empeore. “Lamentablemente me enteré en Santa Fe, de muy mala manera, de que la cirugía que me habían realizado se hizo mal y por eso me atacó la parte ósea. Dentro de todo, no me bajoneé porque si vos a la enfermedad le das el pie a bajonearte, te va a llevar. Entonces la idea es pelear, salir adelante, ponerte de pie, no darte por vencido, porque he visto a mucha gente transitar en este camino, padeciendo la misma enfermedad que yo y la verdad es que cuando veía que la gente se decaía, más rápido se iba de este mundo y yo tengo dos hijos, entonces no me puedo dar ese lujo, no puedo dar el brazo a torcer y rendirme, sino que tengo que resistir y salir adelante. Al principio fue un choque, yo ya estaba más o menos informada, sospechaba, pero es decir: 'está, no me puedo oponer', tengo dos opciones, o me pongo a llorar o me paro y peleo. Entonces opté por la segunda opción y hoy por hoy estoy viviendo más de lo que tengo que vivir y vivo lo que tengo que vivir el día a día con mis hijos y darle gracias a Dios por cada día de vida que me da y el apoyo de la gente, las oraciones también, que la fe también reconforta mucho a las personas”, expresó, con palabras que solo una persona muy fuerte puede decir.

Eli también remarcó la gran fortaleza de sus hijos, que atraviesan la enfermedad con ella y también fue muy chocante para ellos porque tuvieron que crecer de golpe, entender que su mamá se iba por algunos días o que no podía estar el ciento por ciento para atenderlos. “Ellos tuvieron que aprender a independizarse en algunas cosas, porque yo si bien en algunas cosas podía ayudarle, ya en otras no. Entonces, los primeros años con la enfermedad fueron bastante difícil transitarlos porque yo trabajaba todo el día y tenía que estar, tenía que recuperar fuerzas constantemente y tenía que estar para ellos y darlo todo. Hace dos años que debido al gran avance que tuve en mis huesos, ya no puedo trabajar, no puedo generar ingresos. Entonces me veo en la situación por ahí de tener que recurrir a la gente, pedirle ayuda”, contó.

Otro problema que se le presenta en este contexto es que el 31 del corriente mes tienen que abandonar la casa donde están viviendo. Ante esto, mucha gente ya se ofreció para ayudarla. “Ellos me dieron una mano muy grande anteriormente, ahora me van a dar otra mano para poder hacer mi casa. Y vos por ahí estás transitando un momento de miércoles y es como que te alienta tener gente que te apoye”, dijo, haciendo referencia a un grupo de personas que la viene ayudando hace tiempo con las distintas necesidades que se les presentan.

Por otra parte, en medio de todo esto, su hija, Luz, se tiene que someter a otra cirugía. Esta vez en uno de sus pies, “porque se probó de hacer las prótesis y el ortopedista dijo que iba a necesitar cirugía en uno de los pies porque ella puede llegar a sufrir una lesión en la cadera, entonces, tiene que tratar de evitar de caminar mucho porque la cadera está como desviada. Entonces, va a requerir de otra cirugía más para poder darle mejor estabilidad y que ella pueda caminar y no requiera todo el tiempo de una silla de ruedas”.

Un grupo de amigos, un grupo de almas solidarias

En este marco, CASTELLANOS pudo dialogar con una de las personas que conforman el grupo de gente que viene ayudando a esta familia que tanto lo necesita. “Nosotros somos un grupo de amigos que, bajo la necesidad de Eli, que la venimos siguiendo, sabiendo que ella necesitaba una casa porque se tiene que ir, aparte se tiene que operar y necesita un lugar estable, nos pusimos en campaña con el tema de su casa, un lugar donde ella pueda estar con su familia, estar despreocupada, poder atenderse y atender a sus hijos”, contó una mujer representante del grupo.

La misma se construirá al final de calle Tucumán, en un terreno que tiene Eli. Los materiales se fueron juntando poco a poco gracias a la donación de la gente y ya hay muchos, por lo que ahora se solicita dinero para todos los gastos de mano de obra y demás.

Asimismo, indicó que en este momento se está necesitando la donación de dinero para poder destinarlo a todas las necesidades de la casa. Todos aquellos que quieran donar pueden hacerlo al alias: CASA.ELI.LUZ.

Además, se está haciendo una venta de pollos, cuyo objetivo es llegar a vender 800 pollos. “Tenemos dos lugares donde se van a hacer la venta, donde la gente puede ir a buscar sus pollos, uno es en Atlético y el otro es en Ferro”, indicó. La venta será para el domingo 8 de septiembre. Pueden encargarse al teléfono 3492 206132.

“Hay tiempo para pedir los pollos. También para las donaciones, hasta cuando quieran donarnos, bienvenido sea todo. Ayúdennos a ayudar”, cerró la representante de este grupo de solidarios.

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