El Municipio ya se encuentra pensando en lo que será el futuro, la expansión y sobre todo la posible mudanza de empresas al sector lindante a la nueva variante, una zona que ya cuenta con los estudios hídricos correspondientes a esta gran extensión de terreno que se ubica al este de la autopista, delimitada por la Ruta 70 al sur y al norte por los predios del INTA; casi 1.250 hectáreas que deben ser encaradas con mucha planificación debido a su particular superficie plana. Para ello será necesario encarar obras más importantes y estratégicas, como la adaptación del "bajo Compagnucci" con trabajos de canalización significativa, la cual deberá ejecutarse como un proyecto de carácter regional debido a su magnitud y significancia económica.
El secretario de Desarrollo Urbano y Metropolitano de la ciudad, Diego Martino, dialogó mano a mano con CASTELLANOS, donde confirmó que debido a las particularidades de este terreno, sobre todo por su perfil hídrico, no podrá ser utilizado para la construcción de viviendas, sino que se apuntará a subdividir sectores de mayor amplitud a los comúnmente utilizados para viviendas, que no tengan un elevado porcentaje de impermeabilización.
Desde el Estado local se apunta a generar espacios de "convivencia" donde se dé una relación entre el campo y la ciudad, para que no refleje tanto la diferencia entre un ámbito y el otro.
Con esto en la mira, se busca generar grandes espacios donde se desarrollen actividades productivas relacionadas a lo agro industrial, a la producción sustentable, sectores de logística y, sobre todo, expandir el área industrial.
Planificando su desarrollo
Ya a mediados de año pasado, el Ejecutivo se reunió con los miembros del Concejo y con el CCIRR para dar a conocer los resultados del estudio y comenzar a trabajar en la planificación de este sector. La necesidad urgente es generar los consensos necesarios dentro del Estado, de forma tal de acordar los lineamientos generales que definirán qué se podrá construir, qué no, cuánto será el porcentaje de uso de suelo, canales y otros aspectos fundamentales para el desarrollo pertinente de este nuevo sector que pasará a conformar el casco urbano.
Para meternos en contexto debemos aclarar que durante la pandemia, el Concejo sancionó una ordenanza que estipula que a 200 metros a cada lado de la variante no se puede subdividir ni construir nada, hasta que se defina qué puede ir o no en ese lugar. Es decir, los potenciales desarrollos que allí puedan darse, hoy por hoy, están supeditados a una normativa que aún no se ha definido y que seguramente requerirá múltiples análisis junto a los actores involucrados en estos temas, por lo que urge su tratamiento y debate.
Las principales conclusiones que se obtuvieron tras el estudio responden a que estos terrenos se encuentran condicionados por ser muy planos y de poca pendiente. Con lo cual, ante lluvias grandes, se considera inundable. El análisis arrojó las certezas de la parte hídrica, corroborando, definiendo y condicionando ciertas obras que habría que realizar para sanear todo ese sector.
Según Martino, "a partir del estudio se comenzó a trabajar en un plan general que apunta a pensar el desarrollo de Rafaela en el sector oeste en el tiempo. Es un proceso que va a ir requiriendo, dependiendo del sector puntual que se busca desarrollar, obras particulares en cada una de las zonas".
Definiendo un perfil para su uso
Dadas las situaciones, la idea es que se conformen áreas en las que la superficie absorbente sea importante. Esto requiere también que las subdivisiones que se hagan sean de superficies más grandes que los lotes comunes a los que estamos acostumbrados para viviendas, lo que también determina que serán diferentes las actividades que allí se puedan desarrollar. Es una zona con un perfil más apuntado a lo agro industrial, a la producción sustentable, actuando como superficie de transición entre el campo y la ciudad que permita la vinculación fluida de ambos sectores.
En términos generales, el formato del terreno condiciona su uso, dirigiéndolo a la instalación de actividades económicas que permitan ampliar el sector industrial y de logística.
"La idea del trabajo que se está desarrollando tiene en cuenta el estudio hídrico, que define las características del sector y las actividades en la cercanía con los parques industriales, la necesidad de áreas de logística, agro industriales. Con lo cual de alguna manera está apuntado a estos aspectos, a lograr un equilibrio entre el campo y la ciudad, como así también con las condicionantes que define el sector, ya que no vale la pena ir en contra, debemos ser conscientes de esto y definir las áreas en función de eso", explicó el funcionario Diego Martino.
Obras
Hay muchos tipos de trabajos que requiere, ya que es una zona amplia. Respecto al tema de escurrimiento, hay tareas pequeñas y otras más importantes.
Una de las más trascendentes que se deben desarrollar es el saneamiento del canal oeste, que pasa entre el distrito Rafaela y Roca, donde las pendientes de la zona aledaña terminan volcando toda el agua en este canal. Este mismo es el encargado de encausar el agua hacia Las Calaveras. Según detalló el Secretario de Desarrollo Urbano y Metropolitano de Rafaela, esta canalización "es una obra importante y de carácter regional, que no puede encarar una ciudad, sino que requiere de un financiamiento mucho más importante".
Por otro lado, hay trabajos de zanjeo que permitirán encausar el agua hacía el canal oeste. Además de este tipo de obras, también será necesario desarrollar distintos reservorios en determinados sectores para retener el agua por un tiempo. Con lo cual, como explicó de forma gráfica Martino a CASTELLANOS, "hay una serie de obras más domésticas y otras de carácter más regional que se requieren para ir desarrollando el sector. Es pensar la ciudad a futuro e ir desarrollándola en etapas".
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