En un destacado encuentro en Santa Fe, dirigentes camioneros de varias provincias argentinas, encabezados por Sergio Aladio, secretario General de Camioneros de nuestra Provincia, se congregaron para formalizar una alianza que podría redefinir el futuro del sindicalismo en el transporte. Aladio, conocido por su firme postura frente a la dirección nacional, ha tomado un papel protagónico en este movimiento que desafía la larga hegemonía de Hugo Moyano.

Esta cumbre, más que una simple reunión, marca el inicio de una era potencialmente nueva para los camioneros en Argentina. Los líderes presentes, provenientes de Santa Fe, Jujuy, Córdoba, Entre Ríos, San Luis y Tucumán, han firmado un "manifiesto" donde destacan la necesidad de un sindicalismo moderno, sin personalismos y más acorde a las necesidades reales de los trabajadores en sus respectivas regiones. En el mencionado encuentro, lo que se ha analizado, en otras palabras, fue crear una federación paralela para disputarle el poder al líder sindical en todo el país.

Por primera vez en tres décadas, Hugo Moyano ve amenazado su poder en la Federación Nacional de Camioneros, que reúne a 24 gremios de la actividad de todo el país y que el exjefe de la CGT tiene en un puño desde 1992. Un liderazgo alicaído y cuestionado y con quejas por el déficit de la obra social Oschoca, que arrastraría un rojo financiero millonario, las seccionales que resolvieron abrirse por completo del armado moyanista y evalúan desafiarlo el año que viene en las urnas.

Sergio Aladio, desde su desafiliación de la federación liderada por Moyano en 2015, ha logrado importantes avances para su sector en Santa Fe, incluyendo un convenio colectivo propio y una obra social independiente. Estos logros se ven reflejados en mejoras directas para los trabajadores, como aumentos salariales de un 10% ligados al presentismo y un fondo de cese laboral que propone mayores indemnizaciones al ritmo de las paritarias. En la actualidad el gremio santafesino tiene 24.000 afiliados y su autonomía fue avalada por un fallo de la Corte Suprema. "Hay que darle previsibilidad para el empresario y seguridad al trabajador de que va a cobrar la indemnización. Tenemos que tratar de sostenernos todos y trabajar como un equipo. Si no, no hay manera", declaró en medios nacionales Aladio, el rival interno más duro de Moyano.

El descontento con la dirección centralista y las políticas poco federales de la dirección actual de Moyano han sido el catalizador que ha unido a estos líderes regionales. Aladio y sus aliados prometen una lucha electoral en 2025, preparándose para enfrentar los desafíos y las barreras que seguramente intentará imponer el actual liderazgo.

Este grupo emergente no sólo busca cambiar la estructura de poder dentro del sindicato sino revitalizar el sindicalismo en el país, colocando al trabajador y sus necesidades cotidianas en el centro de su acción política. La estrategia de Aladio y sus aliados podría significar un antes y un después en la historia del sindicalismo argentino, demostrando que aún en las estructuras más arraigadas, el cambio es posible cuando hay determinación y unidad.

La determinación de este grupo opositor de transformar el sindicato en una entidad más representativa y justa es un reflejo de una tendencia más amplia hacia la transparencia y la democracia en las organizaciones laborales de todo el país. Con esta nueva alianza, Sergio Aladio no sólo se consolida como una figura clave en la lucha por un sindicalismo más equitativo, sino también como un líder capaz de inspirar a otros a buscar cambios significativos para el bienestar de todos los trabajadores.