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Locales

Todo lo que usted siempre quiso saber sobre los insectos y nunca se lo explicaron

En el deporte, si equipos contrincantes convierten igual cantidad de goles, es empate. En cualquier otra disciplina, y ni hablar de ecología, tener una buena y una mala ineludiblemente significa pérdida, o perder.
Un pichón de lechuzón orejudo fue
Jorge Frana

Por Jorge Frana

Eso pasó, la desazón que originó el conocimiento de una pérdida no iguala el embale de poder enseñar algunos aspectos se la entomología. Resulta que cuando Julia me invitó a organizar la muestra "Sobre 6 Patas" en el Museo Histórico, no dudé un segundo la respuesta afirmativa, y desde entonces nos pusimos a organizar la exposición. La verdad de esta historia surge cuando pedí permiso para dejar unas cajas entomológicas conteniendo ejemplares colectados en el Bosquecito Educativo "Norberto Besaccia", lo que ocurrió en diciembre del año pasado. Tal vez, la necesidad de mover enseres buscando espacio en el Museo, tal vez llevó a Julia a observar el contenido de las cajas y quedarse maravillada… ¡dicho por ella! Y por esos buenos ojos de comunicadora del Patrimonio Cultural, me hizo la invitación.

El punto fue, que al comenzar a ordenar los grupos de insectos interceptados en vuelo por la trampa tipo Malaise en solo una semana de marzo de 1999, mi sorpresa fue mayúscula, cuando separé ¡16 especies de avispas caza-arañas (Hymenoptera: Pompilidae)! Me pregunto ¿se capta la real dimensión de este hallazgo? ¿Acaso no es esto, el ejemplo de lo que significa "biodiversidad"? 1 a 0 para la tribuna.

En plena tarea de dar vida a la muestra en el Museo y poner en escena al Bosquecito con sus insectos, nos venimos a enterar de que un pichón de lechuzón orejudo fue "rescatado" en el ¡Bosquecito Besaccia! Inmediatamente me puse en campaña para ver si podría encontrar el nido en el atardecer del día de la primavera, aunque sabía sería una tarea difícil. A pesar de la ayuda de mis binoculares, la poca luz me ganó el intento y me rendí, no sin antes amargarme ante situaciones que caracterizan el decaimiento de nuestra sociedad. Es que, desde su inauguración, en el ingreso del predio, un cartel rezaba "Prohibido el ingreso de mascotas". ¿Será que las mascotas también necesitan espacios verdes…? Lo cierto fue que una pareja hacía el recorrido (sin haber entrado por el ingreso oficial) con cinco perros tipo "salchicha", obvio uno ladrando. Unos instantes antes crucé a un conocido que me saludó, éste con dos "labradores".

El tema de las mascotas hubiera pasado desapercibido si no fuera que, al volver a casa, la ansiedad de conocer más y más sobre los hábitos del ave, me permitió descubrir que el lechuzón orejudo anida en el suelo con posturas de 2-3 huevos. Fue entonces que de un rápido análisis, deduje ¡… ahhh, pero entonces el pichón no se cayó! Tal vez, y esto va en potencial, podría haber sido detectado por el olfato de los perros, que transponen las barandas de los senderos, lo pusieron en evidencia, para el "desencuentro" con los humanos. Va entre comillas, por lo inoportuno y desafortunado. Primero, porque pensar que está en el suelo y se cayó, es generalmente lo normal en aves. Pero lo contraintuitivo y las excepciones existen. Para conocer esas rarezas hay que leer y leer. Segundo, nadie mejor que los padres del pichón para criarlo. Por eso, en esas situaciones lo conveniente es consultar con los que saben, que por suerte, hay muchos expertos en la zona y no mezquinan el conocimiento. Estos hubieran sugerido la alimentación especial para aves rapaces, caso contrario, la descompensación de la salud del animal es inevitable. Tercero ¿sabrán las personas que capturan un ejemplar como el pichón, sin dar intervención a las autoridades, que están infringiendo la Ley N° 22.421 de Conservación de la Fauna? Cuarto, se perdió total contacto y ya no es posible saber del pichón, aunque el debilitamiento hace pensar lo peor. Me pregunto ¿se capta la real dimensión del conocimiento de que un lechuzón orejudo anidó y crió un pichón en el Bosquecito Educativo "N. Besaccia"? ¿Saben lo que esto significa? Que un ave críptica, crepuscular/nocturna, y a veces diurna, haya anidado en un espacio ya citadino es un fenómeno natural sin precedentes ¡o si! Quién sabe por cuánto tiempo estuvo criando allí y no fue detectado. Estuve ligado y recorriendo el Bosquecito desde sus inicios, pero esto tiene de lindo la interpretación de la naturaleza, siempre te sorprende.

Finalmente, y miren las coincidencias, mientras ayer por la mañana leía el periódico llamó mi atención: "Votarán tres proyectos en el Concejo Municipal, uno importante, y otro de los restantes, como si fuera menos importante, menciona solicitar la implementación de mejoras en el Bosquecito educativo Norberto Besaccia". Así como lo ven, en minúscula lo educativo. De esta manera "solicitan al DEM implementar un plan integral de mejoras en el bosque, ubicado al final de Bulevar Hipólito Yrigoyen. Entienden que los espacios recreativos desempeñan un papel fundamental en la ciudad y esencial en las comunidades, mejorando la salud, promoviendo la interacción social, educando y protegiendo el medio ambiente. Es importante conservar y mantener estos espacios para el beneficio de toda la población".

Me pregunto ¿importante conservar qué…? ¿la extracción de pichones? ¿el tránsito de mascotas? ¿libre del estrato herbáceo para que se vea de calle a calle para evitar sitios donde frecuentan consumidores de sustancias adictivas? ¿el acampe hoy de ocho estudiantes, en un sector vedado al ingreso y tránsito, permitido solo en sectores del sendero? ¿el arrojo de desperdicios plásticos resultante de la visita?

Que yo recuerde, solo en un año se hizo honor al adjetivo educativo ¡y vaya si cumplió su objetivo! Desde siempre insté a repetirlo, nunca se logró. 1 a 1 para la tribuna. Pero si ustedes me permiten, con todo esto expuesto en contra, el empate resulta una fantástica pérdida como sociedad. Y estarán de acuerdo conmigo, en este encuentro perdimos por goleada.

Pensaba hoy viernes, al final de la corrida, al tiempo que descubría la intención del llamado de un halconcito colorado en el extremo de una rama seca del eucaliptus aún con vida. En menos de cinco minutos, se posó la pareja en la misma rama, y en los siguientes cinco minutos uno de ellos se desplazó hasta el tope de un nido de cotorra abandonado, donde sospecho, habrá halconcitos en breve. Logré que la nena de tres años, hija de mi amigo, me alegrara cuando me dijo que si lo vio, cuando le direccioné los binoculares hacia el halconcito. Pero en realidad seguía triste. Decía pensaba, será que habrá que prohibir el ingreso de visitas al predio. Pero por qué prohibir en estos momentos que se habla tanto de la libertad. Acaso, el lechuzón orejudo no nos dejó una lección: crió su pichón aun con visitas. Solo nos falta la educación, del Bosquecito Educativo, que nos dice que lo apreciemos, que lo disfrutemos, que lo interpretemos, pero que no nos apropiemos de sus criaturas ni espacios. Y en particular, que respetemos los límites, de senderos y no ingreso de mascota, que nos impusieron los que lo pensaron como un espacio Educativo.

*Jorge Frana, Dr. en Entomología

sobre seis patas Bosquecito Besaccia
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