El Gerente Comercial de Supermercados Pingüino, Mariano López, destacó que tras los cambios de ministros de Economía en el país, “se empezó a ver cierta normalización y a acomodar un poco el abastecimiento de los productos”, aunque aseguró también que hay una nueva realidad en la que no se dan tantas certezas.
Tras la sucesión de ministros de economía en el país, que pasó de Guzmán a Batakis y después Massa en cuestión de semanas, y que la realidad económica se viera totalmente afectada, pareciera que finalmente la situación se va acomodando poco a poco.
De la misma manera lo destacó el Gerente Comercial de Cormorán S.A., Mariano López, en cuanto a las cifras y el presente que se registran en Supermercados Pingüino, quien indicó que en “las últimas dos o tres semanas se empezó a ver cierta normalización de la economía y a acomodar un poco el tema del abastecimiento de los productos”, lo cual llegó tras el efecto Guzmán, precedido por el efecto Batakis y Massa, denotando que “estamos en una economía que depende mucho de lo que hacen las autoridades”.
Sin embargo, a pesar de destacar este panorama más alentador, afirmó que tras los vaivenes económicos se definió una nueva realidad que implica, de alguna forma, que ya no haya “tantas certezas en cuanto a qué va a pasar hacia adelante acerca de los precios, hay inflación de costos, hay faltantes de materias primas; eso hace que la expectativa de los precios nunca esté quieta o pensando en estabilizarse”, pero igualmente destacó que en los últimos períodos se empezaron a normalizar las entregas de algunos productos que estaban conflictivos, al igual que el tema papeles, que también era fundamental.
Lo que también ocurrió producto de la crisis, es que se rompieron algunos esquemas previos, como el de Precios Cuidados, “en los cuales los fideicomisos –especialmente en lo que es aceite, harina y fideos- salieron de esos acuerdos de abastecimiento que había y está todo medio incierto”, explicó; y si bien destacó que al menos hay mercadería, tuvieron “que hacer alguna adaptación como canal de ventas para incrementar un poco los niveles de inventarios, ante estas indefiniciones y falta de certezas, para poder tener productos en góndola”.
Pese a esto, contó que en los peores momentos de la situación económica no llegó a haber desabastecimiento, pero sí incertidumbre de los proveedores para ver si podían entregar ciertos productos, pero previendo eso, la empresa ya había comprado y abastecido sus depósitos con mayores días de inventario para evitar que se vea el quiebre en la góndola.
“Lo que pasa es que acá hay una crisis de falta de dólares, que de alguna forma perjudica a aquel que necesita materias primas para comprar sus insumos para fabricar desde un envase hasta un componente de productos, entonces al no estar esa certeza eso se paga con inflación. Entonces, por eso decimos que es importante ver qué hacen nuestros representantes, porque a partir de las certezas o buenas señales que transmitan ellos los actores económicos se calman y empiezan a confiar un poco más en producir más y, después, en abastecer los canales de venta, quienes somos el último eslabón que interactúa con el cliente que ve que falta una cosa o la otra y aumentan los precios”, reflexionó López.
Diversas formas de pago
Por otra parte, el empresario se refirió a las formas de pago que elige la gente a la hora de comprar, teniendo en cuenta los elevados números de inflación y los constantes aumentos de precios. “Se mantiene más o menos estable, hay mucha participación de efectivo todavía, obviamente que van ganando fuerza la Billetera Santa Fe y las promociones de las tarjetas de crédito que permiten financiar en cuotas hasta la compra; pero cuando ves que las tarjetas participan mucho en la proporción de medios de pago y la compra de supermercado se hace en cuotas, estamos ante un problema”, indicó, pero reconoció que todo se mantiene más o menos en los niveles de siempre.
En cuanto a la Billetera Santa Fe, puntualmente, contó que es un medio de pago que se populariza muy fuerte los primeros días del mes, pero después va cayendo el efecto a medida que pasan los días.
Productos que más aumentaron
En cuanto los precios, indicó que los números que se vieron a nivel general, según una canasta de productos cuyos precios siguen todos los años, “en promedio se movió como indica el índice de inflación: entre 6,7 y 8 por ciento; después algunos productos que faltaban se movieron más y otros que eran de producción local o sin tanto insumo importado quedó por debajo de eso”. Entre los productos que hoy por hoy, se puede ver esto en mayor medida, tiene que ver con lo que es fideos económicos, harina, aceite de girasol, este último un producto muy conflictivo y subsidiado, “que hoy el fideicomiso de las aceiteras está en ‘veremos’ por lo cual los precios un poco se sinceraron porque estaban muy abajo con respecto al resto de los productos y ahora empieza a haber producto pero a precios reales”, expresó.
Más allá de estos aumentos, López aseguró que la gente sigue apostando por las primeras marcas, las cuales se siguen consumiendo siempre. “Cuando hay una pequeña recuperación en el poder adquisitivo la gente tiende a volver a la marca habitual, a la que quiere consumir”, afirmó.
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