Una de las áreas que más se reforzó y en la que se pone gran énfasis desde que asumió la gestión de Maximiliano Pullaro es en Seguridad. Allí se está llevando a cabo una ardua labor, con importantes determinaciones y medidas, tanto para con las autoridades y personal policial, como para con los presos y personas que cometen delitos.

En la interiorización sobre el área de Seguridad, se descubrió que muchos de los hechos y organizaciones delictivas que se daban en la provincia estaban relacionadas o trabajan con algunos policías, por lo cual se actuó rápidamente para desbaratar este tipo de actividades.

Ayer, en su visita a Rafaela, el gobernador de la provincia, Maximiliano Pullaro, habló sobre este tema. "Todos apostamos siempre a depurar las instituciones. Fui el ministro de Seguridad que más exoneró y destituyó policías. Pero también me duelen las generalidades. No es la única fuerza de seguridad que tiene problemas de corrupción. Nuestro desafío es terminar con eso o avanzar fuertemente para que sepa que el policía que se corrompe, va a ir preso. Sea provincial o federal”, dijo; y recordó que el fin de semana anterior un penitenciario fue detenido cuando intentaba ingresar celulares a la cárcel de Coronda.

En ese marco, sucede todo el accionar que se está llevando a cabo en la ciudad de Rosario, donde el Gobierno nacional envió a 450 gendarmes para reforzar la seguridad. En ese sentido, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, manifestó que “la Policía de Santa Fe tendría que duplicar o triplicar la cantidad de efectivos”.

Sobre el tema, Pullaro manifestó que "es verdad que hay pocos policías. Muchos jóvenes como aquí de Rafaela, pero también del centro y sur de la provincia no se anotan para ser policías. Para eso también tenemos que cuidar y prestigiar mucho a la institución”. Y reflexionó: “hay policías corruptos. Pero no es una institución corrupta. Tenemos que trabajar para jerarquizarla” y cuando esto ocurra habrá “muchas más personas que quieran participar en ella. Los desafíos son conjuntos no sólo de la provincia”.

Continuando con lo que ocurre en Rosario, agregó: “Más allá de una caída significativa del delito” durante los primeros meses del año “tuvimos cuatro hechos terribles en donde las organizaciones criminales reaccionaron con una violencia extrema porque querían volver a las condiciones de detención que tenían hacía cuatro meses. El reclamo lo hicieron primero a balazos y con amenazas a mi persona en casi 80 oportunidades, intentando llevarme a un lugar de retroceso de políticas públicas. Nosotros no vamos a volver atrás bajo ningún concepto. Vamos a seguir adelante, los presos en mi gestión no van a tener teléfonos celulares. Los que cometan delitos violentos van a estar aislados, no van a tener contacto ni con su familia. Solamente relación con sus abogados. Me duele profundamente la reacción desmedida que tuvieron. Pero esa reacción tiene que ver con el poder que están perdiendo desde el 12 de diciembre en adelante”, arremetió.

"Somos muchos más los que queremos vivir en paz. Ellos son pocos. Nosotros, la sociedad vamos a salir adelante y no nos van a quebrar”, sentenció.