A lo largo de todo el agasajo, ninguno de los presentes pudo dejar de mencionar el claro contexto de dificultad por el cual atraviesa todo el país con serios inconvenientes en materia energética, de falta de divisas y problemas en las importaciones, pero que pese a todo esto la industria continúa su camino de empuje y progreso con un panorama a futuro realmente alentador más allá de las dificultades.
Después de tres años de impasse producto de la pandemia de Covid-19, la Federación de Industrias de Santa Fe (FISFE), volvió a realizar su tradicional festejo por el Día de la Industria Nacional y la celebración del 99° aniversario de la Unión Industrial de Santa Fe (UISF), esta vez apoyado por el Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, quienes fueron los coorganizadores de este mega evento que se encarga de reunir a todos los industriales de la provincia de Santa Fe para compartir un momento de camaradería y reencuentro. Al mismo, no sólo dieron cita los industriales, sino que también estuvieron presentes distintos funcionarios del orden nacional, provincial y también del ámbito local, al igual que gremialistas y representantes de distintas instituciones en un evento que colmó las expectativas de propios y extraños. Allí también se realizó entrega al Mérito Industrial a más de 30 empresas de la provincia, entre ellas dos rafaelinas y una de la localidad de Sunchales. En el final se hicieron entrega de distintos reconocimientos.
Entre los funcionarios nacionales, estuvo presente el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren, quien tuvo un momento para hacer una reflexión respecto al actual presente del país y del modelo de desarrollo productivo que la Argentina busca en su objetivo de lograr mayores puestos de trabajo y sobre todo el fortalecimiento de la industria nacional, lo cual a su parecer se ha ido dando en el último tiempo, más allá del contexto complicado.
Lo cierto es que durante todo el festejo, los presentes coincidieron en su análisis sobre la actual situación estructural del país, colmada de distintas complicaciones que van desde lo energético a la falta de divisas, pasando por las dificultades que esto trae en las importaciones y, hasta hace muy poco tiempo, con grandes incertidumbres en materia cambiaria. En la misma forma, destacaban que en ningún momento la industria nacional y provincial ha detenido su marcha y ya lleva más de 26 meses de crecimiento ininterrumpido, generando nuevos puestos de trabajo, invirtiendo en equipamiento y sobre todo en el desarrollo productivo de esta gran región, lo cual no es para menospreciar, sino más bien para celebrar con entusiasmo. Si hay algo que la Argentina -y sobre todo el interior- demuestra en cada crisis que se atraviesa es la capacidad de sobreponerse a un devenir sombrío, con empuje y ese potencial arrollador que se tiene siempre, prevaleciendo e intentando cambiar el panorama. Aunque es claro que esto también debe ir acompañado por políticas que puedan ayudar a esta mejora y sobre todo facilitarles el trabajo a quienes quieren progresar, en un país que muchas veces hace lo contrario con algunas determinaciones que no terminan de comprenderse del todo; pero más allá de eso, el entusiasmo y las ganas están latentes.
En otro sentido, otro de los grandes pedidos que se realizaron durante toda la jornada, sobre todo por parte de los representantes de FISFE y de la UIA, es apostar a un diálogo permanente entre los actores para así potenciar la vinculación público - privada, la cual a su entender es el único camino al verdadero progreso, sobre todo en materia política, donde según los industriales la única política partidaria que se debe tener es la de la industrialización y el desarrollo.
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