El Concejal Lisandro Mársico y el espacio al que pertenece, el Partido Demócrata Progresista le ganaron las elecciones internas de concejales, a las dos estructuras opositoras más grandes que existen en la Ciudad (radicalismo y PRO), estimamos que nunca se dio en procesos electorales anteriores una disputa tan reñida.

Fue una lucha sin cuartel, minuto a minuto, hasta en algunos momentos, Mársico fue superado por su principal contrincante Germán Bottero con quién libro una pelea encarnizada, voto a voto que tuvo su desenlace a la madrugada de lunes, con un triunfo irrefutable del actual edil del PDP.

Quienes siguieron la carga de las mesas por parte del Ministerio de Gestión Pública, hasta altas horas de la noche, fue para el infarto, una final que no se terminaba más, cabeza a cabeza.

Mársico y el PDP sabían que se la jugaban enteros, muchos ya habían advertido de esto al edil y de lo arriesgado de la maniobra, teniendo en cuenta que era vox populi que Leonardo Viotti ofreció a Lisandro Mársico el primer lugar en su lista, que este declinó, no sin restar apoyo al candidato a intendente, pero armó su propia lista; el legislador del PDP confió plenamente en su equipo de trabajo y en su labor durante todos estos años, lo cual terminó siendo una gran movida política.

Se sabe, que las estrategias de campaña las diseña él propio Mársico, que Carla Boidi es uno de sus pilares fundamentales, pero tiene un Partido unido y que trabaja, él mismo logró esa unidad, dando participación, los convocó a todos, les dio espacio a los integrantes de la lista en los medios de prensa; mientras otros candidatos se muestran solos, Mársico por el contrario, eligió la táctica de la integración y de la visibilidad del grupo, los nombro siempre, los destaco en todo momento.

El vecino premió su eficiente trabajo, el edil PDP es concejal desde el 2015, ganó las tres internas que le tocó disputar en estos años y lo eligieron dos veces concejal, encaminándose en esta coyuntura al tercer mandato. Cuando entró al Concejo Municipal por primera vez, ya estaba preparado y sabía perfectamente que tenía que hacer y como iba a ser el estilo de su gestión y trabajo. Es abogado, tiene tres posgrados, es docente universitario en dos facultades diferentes y dicta cátedras en materias distintas, en cada una de ellas; dedica gran parte de su vida sin pausa a su trabajo de concejal, es armador político, hombre de probada honestidad, alta capacidad intelectual; seguramente debería ser merecedor de cargos provinciales, pero esta dedicado ciento por ciento a su Ciudad.

Se cargó al hombro como nadie la candidatura a gobernador de Maximiliano Pullaro, cuando no se sospechaba de la gran cantidad votos, que el hombre oriundo del pueblo de Hughes obtendría, incluso a sabiendas que, a priori, el ex Ministro de Seguridad era una figura cuestionada en estos pagos, pero Mársico fiel a un estilo directo y sincero depositó toda su confianza en él e hizo campaña por quién hoy ya dio pasos muy amplios para ser el próximo gobernador. Otro acierto político del edil rafaelino.

El Partido Demócrata Progresista de la mano de Lisandro Mársico, logró un triunfo épico, le ganaron las elecciones internas a dos fuerzas partidarias muy potentes, con mayores recursos humanos, una logística que supera ampliamente a la democracia progresista. Mucho de ese capital radical - PRO se pudo observar en el encuentro que organizaron previo a los comicios pero, fueron superados por él PDP.

En virtud de los resultados para la categoría de intendente, la gran elección de Leonardo Viotti lo posiciona muy cerca del Departamento Ejecutivo Municipal; de darse esta situación, Mársico deberá comenzar a caminar por un terreno que nunca había experimentado, se sabe que él en rol de opositor se mueve como pez en el agua, no hubo jefe de gabinete, ni secretario que pudo contrarrestar sus posiciones, fuertes, lapidarias, nadie lo pudo refutar con argumentos sólidos, por el solo y simple hecho de ser un estudioso de los temas y gran conocedor de la realidad lo cual puede percibir porque esta en todos lados, va a todos lados; barrios, instituciones, actos, encuentros, empresas; es un jugador de toda la cancha, pero aparentemente su rol político, a partir del 10 de diciembre será otro y ante eso tiene un gran desafío.