Un sociólogo y un reconocido periodista deportivo, analizan este flagelo social desde diferentes perspectivas. La necesidad de abordarlo de manera integral, conforme su impacto en los distintos sectores sociales, y de combatirlo desde la educación, como herramienta emancipadora y de concientización, fueron los aspectos más salientes de este análisis cruzado.

Astor Borotto* y cuatro aristas importantes sobre la problemática

Durante la última semana de agosto, la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe llevó adelante la Jornada "Apuestas online y Ludopatía", donde se abordó el juego problemático en jóvenes y adolescentes desde distintas disciplinas. Astor Borotto, Licenciado en Sociología de la ciudad de Santa Fe, llevó adelante una exposición que buscó dar cuenta de las principales aristas de la problemática.

Al comienzo de su exposición, el sociólogo santafesino contó que en el año 2016, como parte inicial de su proyecto de investigación doctoral, comenzó a entrevistar a jóvenes y adultos que sufrían trastornos y padecimientos importantes, producto de su dependencia a las apuestas. Durante este proceso, una de las cuestiones que captó su atención fue que el tema no ocupaba un lugar preponderante en la agenda pública porque no era considerado un tema urgente sobre el cual la sociedad entendía que debía hacer algo. Hoy el escenario es completamente diferente. Desde su mirada, la expansión de las apuestas en plataformas digitales y sus consecuencias sobre las juventudes es un problema que logró instalarse en medios, redes sociales, e incluso en la Legislatura provincial.

Recuperando estudios e investigaciones realizadas sobre la problemática en distintos lugares del mundo, el especialista afirma que el flagelo de las apuestas "no afecta de la misma manera en los distintos sectores sociales". A su entender, estos estudios muestran que la explotación comercial del juego tiene efectos redistributivos que incrementan la desigualdad social. En este sentido, Borotto sostiene que algunos autores lo definen como una especie de "impuesto regresivo" debido a que, en los grupos de menores ingresos, las apuestas representan (proporcionalmente) una parte mayor de su presupuesto familiar total (a diferencia de los grupos de mayores ingresos). Esto permite pensar que las apuestas pueden tener un impacto mayor en los sectores de menos ingresos e invita a buscar estrategias para frenar la oferta sobre dichos sectores. Un ejemplo de ello sería contrarrestar el impacto de aquellas publicidades que alimentan una idea de "salvación económica" en el imaginario de dichos sectores sociales.

Según Borotto, otra arista que debemos analizar es la propia condición del juego patológico. Entiende que las personas que entran en un ciclo de consumo excesivo y pierden su autonomía para decidir cuándo y cuánto están apostando "aportan una proporción importante de los montos totales que se apuestan" (algunos estudios hablan de un 15%, 40% y hasta un 60%). Esto genera que una fracción muy pequeña de los apostadores aporte una parte importante de los ingresos por apuestas, lo cual lleva a plantear el interrogante sobre el posible "conflicto de intereses que puede haber entre la comercialización de apuestas y el cuidado de la salud de quienes participan en el juego".

A su vez, desafía a pensar estrategias preventivas para abordar la problemática en los sectores de mayor vulnerabilidad. Desde su mirada, el primer paso debe ser contar con la información pública necesaria para afrontar la problemática y a su vez incorporar las voces de niños, niñas y adolescentes para conocer qué representa para ellos apostar, "saber por qué apuestan y cómo lo hacen, en qué contexto, con quiénes y para qué".

Para cerrar, un tercer elemento que observó el especialista durante sus entrevistas fue la mirada de los adultos mayores sobre el casino, quienes lo representaban como la única opción de esparcimiento para personas de esa edad, que quieren divertirse y socializar en un espacio seguro.

*Astor Borotto es licenciado en Sociología por la Universidad Nacional del Litoral. Actualmente, trabaja como becario doctoral del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y se especializa en ludopatía y consumo problemático de apuestas en jóvenes y adultos.

Nicolas Cayetano y la potencia de una historia de vida

El pasado lunes 30 de septiembre, el periodista y presentador Nicolas Cayetano llevó adelante la charla "Hablemos de ludopatía", destinada a jóvenes y adultos de la ciudad de Rafaela. La cita fue en el Centro Recreativo y Metropolitano "La Estación" y contó con la presencia de la Fundación "Faro Digital", quienes brindaron el dictado del taller "Apostando a la Prevención".

A través de un relato en primera persona, el reconocido periodista deportivo llevó adelante una exposición que tuvo el realismo y la crudeza de toda historia de vida: "Hoy miro para atrás y me doy cuenta de esto comenzó desde que era un niño. Recuerdo que ibamos al jugar al fútbol con mis amigos y yo era el decía 'el que pierde paga la cancha'. Desde ese momento necesitaba que haya una apuesta de por medio, no me alcanzaba con el simple hecho de jugar para divertirme. Si bien en ese momento no me daba cuenta, hoy creo que allí estaba naciendo algo vinculado con la necesidad de apostar, de jugar por algo que me generara mayor adrenalina".

Durante su testimonio, Cayetano da cuenta de cómo su actitud compulsiva por apostar fue causa y consecuecia del debilitamiento de sus lazos familiares y sociales, generando de esa manera, cambios en la forma de vincularse con los demás: "Después de mucha terapia me di cuenta que me costaba mucho afrontar mis problemas. Siempre tuve esa dificultad para sentarme a hablar de las cosas que me estaban pasando, y en el caso del juego, eso es una cuestión clave. Siento que me fui metiendo cada vez mas en ese mundo por no hablar, por no poder contar lo que estaba viviendo. El juego se transformó en un refugio donde me escondía para no hacerme cargo de mis problemas, sin darme cuenta que me estaba metiendo adentro del peor de todos. Por eso, la llave para empezar a combatir la ludopatía es hablar, contar lo que esta pasando y buscar ayuda en profesionales". En este sentido, la dimesión de la problemática supera la individualidad y alcanza lo colectivo. Lejos de reducirse unicamente al sujeto que la padece, esta experiencia de vida da cuenta de cómo la pérdida de las libertades emocionales personales transforman el sentido inmediato de nuestras relaciones sociales. El universo afectado por la problemática excede al personal y alcanza, sin escalas, al entorno social que nos contiene.