La semana pasada subió el precio de la carne tras el alza que hubo en la hacienda. Desde el sector ganadero prevén que puede seguir subiendo a corto plazo por la faltante de oferta.
Según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en 2022 el precio promedio de la carne aumentó un 42%, mientras que la inflación en ese mismo período fue del 94%. Los cortes más consumidos por los argentinos, como el asado, vacío o cuadrada, tuvieron alzas del 40% al 48% en el año.
En las carnicerías de la ciudad el impacto se sintió y, según lo expresaron los carniceros consultados por CASTELLANOS, "cómo aún hay mucha gente de vacaciones no podemos analizar si esto modificará los hábitos de consumo, pero estamos preocupados por esta situación".
Los números son fríos pero calientan el bolsillo
La semana pasada hubo un aumento del 40% en el costo de la carne, que representa alrededor de $ 500 pesos por kilo. Por ejemplo, en algunas carnicerías el kilo de asado está en $ 1.900 y en otras ya supera los $ 2.000; el kilo de carne picada está en $ 1.550 y el kilo de milanesas de nalga en $ 1.600.
El consumidor sigue en problemas, ya que todas las opciones vienen con aumentos: por ejemplo, el cerdo o el pollo también sufrirán subas.
Todo tiene una explicación
Al ser consultado por CASTELLANOS, Hernán Scarafía, referente del sector ganadero local, explicó la situación: "Si tiramos una línea del año pasado a la misma fecha, tenemos un aumento a la par de la inflación o dependiendo el rubro mucho menos. El precio al que está hoy la carne es el precio mínimo que tuviera que estar, lo que ocurrió fue que producto de la sequía que se sigue arrastrando desde 2022, se fue encerrando mucha hacienda".
"La cría de ganado para faena tiene tres etapas: por un lado lo que es la cría, otra lo que refiere a la recría y después el engorde. Por la falta de pasto y un año duro con respecto también a lo económico, mucha hacienda se fue directamente de cría a recría con dietas muy energéticas (estaban encerrados prácticamente), entonces se nos juntó en el último trimestre del año la hacienda que venía de una recría y había pasado a engorde y la hacienda nueva (la nueva zafra). Además, sobre septiembre, octubre, noviembre y diciembre se produce una gran sobreoferta, y eso llevó a que los precios del ganado en pie estuviesen sobre finales de 2022 más baratos que lo que había sido marzo y abril", precisó.
Scarafía comentó que "eso provocó en el sector ganadero pérdidas económicas altísimas, y hoy con los valores que tomó la carne de algún modo se corrigió de un momento para el otro ese desfasaje. Básicamente, nos estuvimos comiendo los terneros que tienen que salir de acá en más (febrero, marzo, abril y mayo) en el período de octubre-noviembre-diciembre. Hoy el aumento de precios es mercado, es decir, no hay hacienda gorda y por eso vale lo que vale. No es que se corrigió ni que alguien tiene la varita para decir 'esto vale tanto', como sucede por ejemplo en el caso de un repuesto o en los materiales de construcción, que se va corrigiendo mes a mes. Esto es mercado; hoy no hay hacienda terminada".
Y aclaró: "Tampoco quiere decir que por los valores que existen, alguien en la cadena este ganando mucha plata, para nada. El carnicero está en una situación donde la faena del frigorífico aumentó (hablamos de un carnicero matarife que compra la hacienda directo al campo o en la feria). A esto además hay que sumarle la suba en los impuestos, la Billetera Santa Fe, que más allá de ser una linda herramienta para la venta, que ayuda mucho a la gente y al comercio, siendo sinceros encarece la mercadería. Hay que ser realistas", manifestó, sin pelos en la lengua.
Por otra parte, Scarafía sumó a lo ya detallado el aumento a los empleados que para el trabajador no alcanza en torno a la altísima inflación, y para la carnicería es un gasto importante respecto a leyes sociales. A su vez, expresó que "cualquier cosa que se rompa en la parte de frío hoy vale una fortuna; un motor de una cámara vale 1 millón de pesos y para un carnicero eso representa una plata importante que debe sacar de su ganancia. El carnicero no es que con estos precios se va a salvar, también se suma que se va a vender menos carne. Eso ocurre cada vez que se corrige el precio de manera tan brusca", concluyó.
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