Con la aprobación de la Ley Bases en el Senado y los índices de inflación acompañando la gestión de Milei, la agenda del Gobierno Nacional en materia económica viene a buen ritmo. A pesar de esto, hay muchos inversionistas a la expectativa de una medida que se está esperando desde hace mucho tiempo y que viene afectando el desarrollo del país, el levantamiento del cepo cambiario.
Para entender en detalle de qué manera esta política viene afectando el desarrollo del país, CASTELLANOS dialogó con el economista local Guillermo Briggiler, quien señaló que esta restricción cambiaria estuvo vigente en 10 de los últimos 13 años.
En un principio, Briggiler explicó los motivos por el que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner había implementado esta medida, argumentando que “es un mecanismo para evitar que se pierdan reservas y que se fugue dinero de las reservas de los bancos centrales”. También explicó que esta medida tomada en dicho Gobierno fue levantada cuando asumió la presidencia de la Nación Mauricio Macri pero que sobre el final de su mandato volvió a implementarla, quedando vigente hasta el día de hoy.
Briggiler explicó que, a pesar de ser una medida “tranquilizadora” para los gobernantes, debido a que no había reservas suficientes, la prolongación de esta restricción desalienta las inversiones y desfavorece el crecimiento económico del país. “Quiere decir que ningún argentino que tenga dólares en su colchón o ninguna inversión extranjera va a traer dólares a Argentina porque le decimos que, si el negocio no le gusta, el negocio no le funciona y está perdiendo dinero, no puede retirarse. Es más, si le va bien y tiene utilidades, tampoco puede retirarlas de Argentina. Por lo tanto, mientras tengamos cepo cambiario, no va a crecer el país”.
Por otra parte, el economista habló sobre uno de los puntos negativos que el FMI advirtió respecto a esta medida: “el Fondo Monetario Internacional nos está diciendo que, si esta medida continúa, Argentina va a perder un 3,5% de su Producto Bruto, es decir vamos a producir un 3,5% menos porque no hay inversión ni empleo”.
Por último, Briggiler explicó que el levantamiento de esta restricción también fortalecería la confianza que la Argentina debe recobrar para que las inversiones extranjeras lleguen al país pero que también fomentaría la inversión nacional de los própios argentinos. “Ojalá el Gobierno escuche al FMI y decida levantar ese cepo para que puedan venir inversiones a la Argentina; inversiones que hay que seducir para que en lugar de ir a los países limítrofes o a los países vecinos, se radiquen acá, generando empleo, generando recaudación y generando crecimiento para nuestro país”, concluyó.
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