Fin de fiesta. Terminó la edición 19° del Festival de Teatro de Rafaela, se escuchan los últimos aplausos, se sienten los abrazos de despedida y los deseos de volver a encontrarnos. Habitualmente los primeros días, una vez terminado el Festival, son de vacío luego tantos días de convivio artístico. En este caso, no será igual. Desde la apertura del evento se pudo sentir la adrenalina que genera el camino a recorrer desde aquí a la próxima edición, la número veinte. Cómo será? ¿Cuantos días serán? ¿Volverá a contener presencia de elencos de otros países? ¿Los artistas locales tendrán un lugar destacado como en los últimos años? De todo esto hablaremos seguramente en los próximos meses.
«Este año, la frase de la resistencia es crucial. Durante 19 años, el festival ha atravesado diferentes momentos, y en este año tan difícil, donde la cultura se ha visto atacada, cuestionada y menospreciada, tener nuevamente este festival en la comunidad es un logro significativo» aseguraba Gustavo Mondino, director artístico del FTR.
«El público y las salas apoyan a los artistas, con obras de todo tipo, sin ninguna discriminación en la curaduría. Las obras nos hablan y transmiten un montón de cosas, reflejando la mirada de cada creador sobre el mundo. Viendo la fiesta en la calle, las devoluciones y las salas colmadas, confirmamos que este festival debe ser una política cultural. No importa quién esté en el gobierno, un pueblo necesita el arte para expresarse».
En lo inmediato, en la jornada de ayer disfrutamos del último día de la edición 2024, donde el frio fue más leve, adhiriéndose a la fiesta, y las familias poblaron espacios al aire libre y también las salas que ya contaban con entradas agotadas.
Concretamente se realizaron más funciones de Cartografía de lo sensible, La singularidad de lo mismo y Les Reyes, con la novedad de Acrobacias en juego a las 16:00 en la Plaza 25 de Mayo. «Circo Caravan» es una compañía de circo que a través de la integración de diferentes lenguajes como el humor, la expresión corporal, las acrobacias, la danza y el teatro, fusiona lo majestuoso, elegante y colorido del circo tradicional con la espontaneidad, interacción y dinámica de los espectáculos callejeros.
En tanto, acto de cierre se realizó en el Cine Belgrano, con la presencia de La orquesta de El Cuarteto del Amor. Esta es una comedia musical para deleitarse en un viaje al antaño, teniendo como destino el amor en todas sus expresiones. Los espectadores se llevarán una experiencia de felicidad, locura y suspiros. No se limita a fronteras de países, ni géneros específicos, si no que se precisa la belleza latente que estuvo en boga en la primera mitad del siglo XX. Este viaje no tiene reparos, su repertorio incluye géneros como el swing, el bolero, el jazz, la rumba, el foxtrot, la cueca, el son cubano, la milonga, entre otros. Todo esto compuesto, arreglado y ejecutado musicalmente a la vieja usanza.
El FTR pasó por distintos momentos en su historia, en esta edición fue un emblema de resistencia cultural que pudo ver todo el país.
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