El Ing. Gabriel Gentinetta, referente de la Comisión de Infraestructura del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, destacó la importancia de lograr avances concretos en materia de normativa local para regular los usos del suelo en el sector noroeste de la ciudad, teniendo en cuenta el desarrollo que viene teniendo la obra de transformación de la ruta 34 en autopista en dicha zona.
Serán incontables los beneficios que traerá la transformación de la Ruta Nacional 34 en autopista, dado el gran impacto que generará en toda su traza. Asimismo, resulta necesario recordar que el desarrollo del sector atravesado por la "variante" Rafaela en el tramo entre la RP 70 y la intersección con la traza actual de la RN 34, dependerá, entre otras cosas, de la realización de obras complementarias y del diseño de un marco normativo acorde.
En este sentido, cobran relevancia los planteos del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR), que desde hace años viene pujando por la pavimentación de los caminos públicos 5 y 6 entre la traza actual de la RN 34 y la futura "variante", el saneamiento hídrico integral del sector noroeste y la regulación de los "usos de suelo" en dicha esa misma área. Las expectativas del sector empresarial de la región son tales que, en el último encuentro del CCIRR con el gobernador, destacaron que el principal desafío pasa justamente por profundizar el diálogo público-privado para consolidar un proyecto integral que viabilice el sector noroeste, y así garantizar la disponibilidad de suelo apto para el desarrollo industrial, logístico y comercial que se proyecta allí.
En aquella reunión, recuerda Gentinetta, se indicó que resulta prioritario debatir el ordenamiento urbano del sector a partir del estudio de impacto hídrico que se está llevando adelante (en mayo de 2021 se inició este análisis, a partir de un convenio entre la Agencia de Desarrollo ACDICAR, el Municipio y la secretaría de Industrias de la Provincia, que financió la contratación del consultor que está a cargo). Este planteo tiene que ver con la necesidad de generar los consensos necesarios entre el Ejecutivo y los ediles, de forma tal de acordar los lineamientos generales que definirán qué se podrá construir, qué no, cuánto será el porcentaje de uso de suelo, canales y otros aspectos fundamentales para el desarrollo pertinente de este nuevo sector que pasará a conformar el casco urbano.
Para meternos en contexto debemos aclarar que, durante la pandemia, el Concejo sancionó una ordenanza que estipula que a 200 metros a cada lado de la variante no se puede subdividir ni construir nada, hasta que se defina qué puede ir o no en ese lugar. Es decir, los potenciales desarrollos que allí puedan darse, hoy por hoy, están supeditados a una normativa que aún no se definido y que seguramente requerirá múltiples análisis junto a los actores involucrados en estos temas, por lo que urge su tratamiento y debate. La preocupación del CCIRR radica en la incertidumbre que provoca la falta de información precisa sobre dónde podrán proyectarse la localización de actividades claves, tales como hoteles, estaciones de servicios, áreas de servicio, talleres, restaurantes y comedores, etc. Es por todo esto que desde la entidad que nuclea al sector empresarial de la ciudad reclaman que se acelere el proceso de diálogo y definiciones.
Una vez más, las ordenanzas deberán pensarse para el largo plazo (con revisiones periódicas, siempre oportunas), con desafíos enormes en materia de desarrollo, ordenamiento urbano equilibrado y planificación a gran escala. Rafaela, demostrará con los datos que surjan del Censo Poblacional 2022, el enorme crecimiento que ha tenido y la imperiosa necesidad de contar con el respaldo normativo para que las nuevas obras estratégicas que lleguen o se finalicen en la ciudad, cuenten con el respaldo correspondiente.
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