Los seres humanos somos un todo. Cada día al caminar, llevamos con nosotros un cuerpo impregnado de historias, sentimientos, estados de ánimo. El cuerpo es tratado, alimentado, curado, pero también es percibido, visto, expresado. Cuando una enfermedad aparece no sólo se resiente el cuerpo, sino que nos vemos involucrados en una combinación de cambios que van juntos e importan. De ocuparse de cada uno de estos cambios y situaciones nuevas puede depender la evolución de la enfermedad y en muchos casos, son una parte importante de la cura.
En este sentido, desde mediados de febrero el Hospital SAMCo “Dr. Jaime Ferré” cuenta con una Unidad Oncológica que concentra en el mismo lugar, nuevas especialidades específicas para la atención del paciente y su familia. Así, a los tratamientos con cirugías y quimioterapia se suman consultorios de psicooncología, nutrición oncológica, cuidados paliativos, medicina del dolor y próximamente, cirugía oncoplástica. En la Unidad se centralizará también toda la información referida a los programas de prevención impulsados por la Agencia de Control del Cáncer del Ministerio de Salud provincial.
Según la médica Oncóloga María Eugenia Oliva, responsable del área de la especialidad en Hospital local, el cáncer de mama, el de pulmón, el de próstata y el de colon son los tipos más prevalentes en la región. Específicamente, en las mujeres, el de mamas es notoriamente el más frecuente. En muchos casos, la persona se cura, pero depende fundamentalmente del diagnóstico precoz. La clave: la prevención. Sin embargo, la especialista indica que “la incidencia de cáncer está aumentando en todo el mundo, no solamente en Argentina ni en Rafaela. Se calcula que en pocos años va a ser el principal problema en la salud mundial. En nuestro Hospital hay 6 sillones de quimioterapia en la sala que suelen estar todos ocupados”. De los casos de cáncer que se diagnostican en el Jaime Ferré, la mayoría son tratados en el mismo hospital.
Alimentación y acompañamiento junto a las familias y afectos
La asistencia nutricional es uno de los aspectos claves del tratamiento del cáncer. Antes de comenzar, es necesario apuntalar nutricionalmente a cada paciente para controlar el sobrecrecimiento y proliferación de las células cancerosas. Los tratamientos generan síntomas como vómitos, diarrea y falta de apetito entre otros, que afectan la tolerancia en la digestión y absorción de los nutrientes. Por esto, desde la Unidad Oncológica se acompaña al paciente para mejorar su estado nutricional y para afrontar estos malestares con mejores condiciones según cada momento.
En cuanto al enfoque de la enfermedad desde la psicología, el equipo de profesionales brinda información y acompañamiento para propiciar hábitos y cuidados frente a los tratamientos que transcurren. La propuesta de trabajo es invitar a construir un plan que permita explorar, reconocer y desarrollar recursos para la adaptación a la situación de enfermedad y favorecer la calidad de vida. Se trabaja desde la modalidad individual y grupal intentado generar redes de apoyo.
“Algo no menor es la colaboración y el compañerismo que vivimos en el equipo multidisciplinario en conjunto con las y los pacientes y familiares. Eso se transmite en la sala y ayuda a la adherencia del tratamiento. Hay pacientes que no hacen más quimio y vienen a la sala a ver cómo está el resto”, expresa Oliva. Hacer todo lo que se pueda hasta curar y curarse o en todo caso, saber y sentir que se hizo todo lo posible por acompañar a cada paciente, son las premisas para un tratamiento con un alto sentido humano frente al cáncer, uno de los desafíos más difíciles que la vida nos puede presentar.
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