El conflicto Rusia-Ucrania demuestra que la dinámica de la economía tiene un alto grado de incertidumbre, y que la política determina en muchos casos si las consecuencias derivadas de tal conflicto se transforman en debilidades u oportunidades, tal es el caso de la Argentina. El economista rafaelino Guillermo Briggiler, opina al respecto y expone desde su mirada el escenario que se proyecta para nuestro país.
Al igual que la pandemia, otro evento extraordinario está modificando la dinámica de la economía mundial con el consiguiente impacto local: la guerra Rusia-Ucrania (OTAN). Los efectos en el corto y mediano plazo comienzan a exponerse y muchos de los líderes mundiales empiezan a activar diferentes estrategias para resguardar sus economías.
El analista económico Guillermo Briggiler, señaló: "En un mundo globalizado, los eventos mundiales afectan afectan a todo el orbe, lo que debemos mirar es la cuantía de ésto. En nuestro caso, al encontrarnos fuera de los mercados mundiales y sin un acuerdo con el FMI que nos devuelva poco a poco el estatus de país receptor de inversiones, la afectación de un evento de tal magnitud será en razón de las variables afectadas indirectamente.
Estas variables tienen que ver con el comportamiento de los mercados internacionales en tiempos de guerra, las mercaderías afectadas en los territorios en conflicto y la duración de este".
"Tanto el país agresor como Ucrania son productores de materias primas, por lo que veremos precios en suba, como así también inconvenientes en las cantidades, dadas las sanciones económicas que el mundo está imponiendo, obligando a Rusia a quedar fuera de los mercados internacionales, sin conocer por ahora la cuantía de estos eventos. Entre estos productos tenemos algunos conocidos nuestros, como el trigo y el maíz, el petróleo y el gas, pero también otros que son estratégicos como muchos metales y minerales que afectarán indirectamente. Las sanciones económicas llevarán a la suba el valor de estos productos", analizó.
Por otra parte, Briggiler indica que "el incremento en los productos internacionales que exportamos, granos, nos beneficiará momentáneamente ya que podemos liquidar a mayores valores, con beneficios para los productores y para el fisco que recauda rapazmente sobre estos productos. El Gobierno argentino debería incentivar de alguna manera la liquidación aprovechando estos precios más altos, dado que los incentivos actuales con las brechas en los tipos de cambio, no ayuda a que nuestros productores estén apurados a vender".
"Tenemos el petróleo y el gas, donde somos productores pero no nos abastecemos, por lo que quedan mínimos saldos exportables, lo que no ayuda en la balanza comercial y complica las tarifas a nivel local. Las cuales son siempre tema de discusión además de hacer peligrar acuerdo con el fondo, ya que uno de los principales conceptos a arreglar es el déficit fiscal, donde el precio de tarifas, ahora también afectadas por el conflicto bélico, son claves", explicó.
"La guerra, la incertidumbre y la suba de muchos productos internacionalmente afectará los precios en el mundo llevando inflación a todos, incluso fogoneará aún más nuestros precios. La cuantía de estos efectos será proporcional a la duración del conflicto", concluyó el especialista de nuestra ciudad.
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