Son cinco ancianos en situación de calle, cuyas familias no tienen contacto con ellos por diversas razones. Debemos reconocer que son sólo cinco en una población de 120.000, pero las estadísticas no cuentan cuando está de por medio la vida y contención de personas que no pueden valerse por sí mismas y que necesitan una atención especializada, que no siempre está al alcance de voluntarios.

El asesor letrado de la Asociación Civil "Vistiéndonos de Sol", Dr. Pablo Possetto, se refiere al cierre del Hogar Anciano "Simeón" y el destino de sus alojados. Cabe aclarar aquí que el anciano Simeón fue un contemporáneo de Jesús, que estaba en el templo de Jerusalén el día que Jesús fue presentado; en esa circunstancia vio cumplido lo que se le había revelado: que no moriría antes de conocerlo y de anunciarlo como el Mesías.

Volviendo a lo manifestado por el Dr. Possetto, el Hogar fue creado por el año 2000 con el fin de darle acogida y un servicio de excelencia a hombres que se encuentren en situación de calle. Esta finalidad se vino cumpliendo con el aporte y participación directa de voluntarios. Cuando, por las circunstancias derivadas de la pandemia, el servicio se resintió seriamente, sin que se lograra una recuperación, los integrantes de la Asociación Civil analizaron el cuadro de situación. Debieron tener en cuenta la disminución de voluntarios capaces de brindar el servicio requerido a personas que, en algunos casos, no pueden valerse por sí mismas. Sumado a las problemáticas coyunturales, una de las tres personas voluntarias para la atención de los alojados sufrió un serio problema de salud que obligó a su internación por tiempo indeterminado.

La decisión de cerrar el Hogar "Simeón", que es la que en definitiva se tomó teniendo en cuenta las posibilidades al alcance, se adoptó teniendo como prioridad a las personas y su reubicación, que ninguna se sienta abandonada, sino, por el contrario, que vuelvan a contar con la asistencia que tenían antes de desembocar en la situación actual. Se tomó previa consulta con el "Hogar de la Paz", de la calle 70, ciudad de Frontera, atendida por las Misioneras de la Caridad de la congregación de la Madre Teresa. Allí serán transferidos, salvo que alguno de ellos prefiera otro destino. La fecha del traslado no está fijada, ya que depende de la decisión final de los ancianos alojados.