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El dolor y el renacer después del fuego: "nos fortaleció como familia"

El 22 de septiembre del año 2018, un feroz incendio consumió el 50% de la empresa Sueño Dorado. El hecho marcó un antes y un después, no sólo en la compañía familiar sino que también apalancó enormemente la creación del cuartel de bomberos en el área industrial, que venía siendo muy demandado por el sector. A años del hecho, la empresa viene registrando una importante recuperación.

El sábado 22 de septiembre del año 2018 quedó marcado en el recuerdo de la familia Hartmann y de la comunidad de Rafaela, cuando pasado el mediodía de aquella jornada un voraz incendio comenzó a desatarse en el interior de la fábrica Sueño Dorado, perteneciente al Grupo Hartmann. Por el fuego se vio afectada el área de producción de sommiers, dejando consumidos planchas de telas, una máquina de cerrado, una sierra vertical, sommieres, entre otros materiales de armado de colchones. Este siniestro significó la pérdida del 50% de capacidad instalada de la empresa y, según comentaron los propietarios, marcó un precedente en la metodología de trabajo.
A cuatro años del lamentable hecho, Augusto Hartman -quien tiene un marcado rol dentro de la empresa familiar- narró lo sucedido en aquella mañana de sábado y dejó sentado lo que fue el devenir de los años luego de la dolorosa pérdida. En primer lugar relató que una falla interna en una de las maquinarias tuvo un cortocircuito, lo que generó el foco ígneo, que con el correr de los minutos tomó mayor cuerpo, haciéndose cada vez más grande. "Esto sucedió a las 12:40 de un sábado, lo cual hizo bastante complejo que haya personal a esta hora y a partir de ahí el fuego se fue levantando, las cámaras demuestran eso. Los primeros en llegar fuimos mi hermano y yo, con lo cual como pudimos tratamos de contenerlo para que no avance y lastime lo menos posible lo que era toda la parte de ensamblados de los productos. Lo que pudo hacerse se hizo". 
A la fecha, la empresa se encuentra atravesando otra realidad, incorporando personal, apostando y realizando fuertes inversiones en la construcción de galpones y maquinarias para su desarrollo, con el objetivo firme de ser uno de los líderes en ventas de colchones. Augusto fue claro al reconocer que el hecho de "comprometerse y unirse como familia" fue uno de los pilares para haber logrado este presente. Afortunadamente hoy Sueño Dorado, que emplea a más de 50 personas en la ciudad, viene con una constante crecimiento: "Honestamente nos fortaleció, salimos de esta tragedia con roles bien definidos y la verdad que venimos creciendo". En este mismo sentido, Hartmann reconoció que hoy una de las grandes dificultades que atraviesan como empresa es el "duro contexto país", con un mercado complejo, una incertidumbre muy alta y que no permite un desarrollo natural y normal. "Como empresas venimos bien, pero conocemos que el mercado no está bien, con lo cual sabemos que esto nos afectará de aquí en adelante". 

El renacer desde las llamas

El joven empresario enfatizó que fue "muy doloroso" lo ocurrido aquel sábado, y que la "clave" para salir de esa situación fue la "unión familiar" y sobre todo haber aprendido. "Es un poco duro tener que aprender de esa manera, pero haber salido de la forma en que lo hicimos fue un gran mérito de la familia, del grupo y de toda la gente que tenemos trabajando con nosotros, ya que el apoyo de todos ellos fue incondicional desde el momento cero, colaboradores, ex colaboradores, personal que se incorporó después de eso, con lo cual el crecimiento fue muy grande, todo a pulmón, no hemos recibido ayuda ni subsidio de nada, entonces la verdad que costó el doble". 
A partir del hecho, Augusto reconoció que como familia y grupo, "nos hemos fortalecido y aprendido mucho. Es una situación muy dolorosa, para nosotros fue un golpe terrible haber perdido el 50% de la empresa, entre maquinaria, materia prima y demás. La verdad es que sentó un precedente enorme en nuestra metodología de trabajo desde ese momento en adelante, en cómo nos movemos, cómo trabajamos en función de minimizar riesgos, estar preparados y capacitados para que en caso de que vuelva a pasar podamos pasarlo de la mejor forma posible". Respecto a este punto en particular, uno de los referentes dentro de Sueño Dorado, destacó que las medidas de seguridad siempre estuvieron presentes, pero que ahora apuestan mucho a las capacitaciones en el personal. "Nosotros contábamos con las medidas de seguridad, el tema es que todo ocurrió cuando no teníamos personal. Ahí es cuando se complejiza todo, ya que haber llegado una vez que el fuego toma cuerpo es complejo. La verdad que las medidas siguen siendo las mismas y son buenas, mientras haya personal no debería pasar a mayores, el tema fue que ocurrió cuando no contábamos con ningún empleado".

La formación de las nuevas generaciones empresarias

Luego de aquellos incidentes, Augusto Hartmann fue consiguiendo un rol protagónico, no solo dentro de la empresa sino también en distintas instituciones de la ciudad, al punto de pasar a ser el primer presidente del CCIRR Joven, espacio generado para potenciar el vínculo y desarrollo de las nuevas generaciones de empresarios de la ciudad. En este sentido, el muchacho reconoció que la participación en la empresa familiar siempre fue una constante. "Junto con mi hermano nos tocó estar desde muy pequeños dentro de la empresa, en esto soy un agradecido con mi papá, ya que nos dejó ser y construir. Es un 50% de que te lo ganas y otro 50% de que te dejen hacerlo, fue muy importante poder estar presentes. Es necesaria la participación de los jóvenes dentro de la empresa, ya que entramos con otra mirada de lo que es el consumo, respecto a lo que son las relaciones laborales; un montón de situaciones que suman un plus, más si parte del liderazgo de la empresa está compuesto por jóvenes".
Por otro lado, Augusto se refirió al rol que viene desempeñando en esta nueva comisión del Centro Comercial Joven, el cual a su parecer es un camino muy importante para fomentar y seguir creciendo sobre este eje, pero así también posibilitar el desarrollo de los jóvenes dentro de las instituciones, empresas y organizaciones. "Creo que el rol que toca desempeñar es importante de aquí en adelante". 

Una cicatriz que aún duele

Además de todo lo narrado, debemos decir que este hecho fue una apalancamiento muy importante para uno de los grandes pedidos que se venía realizando desde el sector empresario y era contar con una dotación de bomberos en el área industrial para que ante cualquier situación indeseada que se diera en el parque, los agentes puedan llegar rápidamente. Dos años después del hecho, la ciudad inauguró el destacamento de Bomberos Zapadores.
Debemos destacar que este proyecto, al momento de suceder el incendio en las instalaciones de Sueño Dorado, ya llevaba alrededor de 10 años de gestión. Adolfo Hartmann recordó a CASTELLANOS que en su presidencia en el Parque Industrial se comenzó con el proyecto: "Hicimos un montón de obras, pero la del cuartel nunca pudimos hacerla, hasta que sucedió el incendio en nuestra empresa".

Foto: D. Camusso

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